Le escribo hoy a mi mejor amigo, a quien por varias décadas consideré mi peor enemigo. Pido prestadas, libremente, las palabras de una canción interpretada en inglés por Madonna Louise Ciccone, conocida por muchos de ustedes. Si escuchan la música mientras me leen, creo que podrán captar mejor mis sentimientos. Ahí va, pues.

No me va a ser fácil, pues sé que te va a parecer extraño. Cuando trato de explicar como me siento, y que todavía necesito tu amor, después de todo lo que he hecho, tal vez no me vas a creer. Todo lo que vas a ver es ese muchacho que conociste hace mucho, aunque hoy esté vestido elegante y profesionalmente, en reuniones internacionales o eventos sociales.

Pero, sabes, yo tenía que dejar que aquello ocurriera, yo tenía que cambiar. No podía estar toda mi vida sometido al mandato de aquellas personas, ideas, sentimientos, costumbres. No podía seguir mirando pasar la vida desde la ventana, manteniéndome siempre fuera del sol.

Escogí, pues, la libertad. Y anduve corriendo de un lado para otro, probando cuánto de nuevo podía encontrar. Pero nada de ello, realmente, me produjo una profunda impresión, aunque me deslumbrara por un instante. En el fondo, yo tampoco esperaba que me llenase el vacío que crecía por dentro …

No llores por mí, mi Gianfranco. La verdad es que nunca te abandoné. Durante todos esos días salvajes, durante mi alocada existencia, mantuve mi promesa: “No te alejes de mí”

Ahora bien, en cuanto a la fortuna, y en cuanto a la fama, yo nunca las invité a mi vida, aunque le pareciera al mundo a mi alrededor que ellas eran todo lo que yo deseaba. Son espejismos, no son las soluciones que prometen ser. La respuesta ha estado aquí en mi corazón todo el tiempo: “Te quiero, y espero que tú me quieras”

No llores por mí, mi Gianfranco…

No llores por mí, mi Gianfranco. La verdad es que nunca te abandoné. Durante todos esos días salvajes, durante mi alocada existencia, mantuve mi promesa: “No te alejes de mí” (bis)

¿He dicho demasiado? Bueno, no hay nada más que pueda pensar ahora para decirte. Pero todo lo que tienes que hacer es mirar claramente a mis ojos para saber que cada una de las palabras que te he escrito es verdad.

Con mi más sincero cariño, Noob

P.S. Es muy reconfortante para mi comprender y querer a mi yo de todos los tiempos. Quererme de verdad, con todo lo que antes he llorado y odiado de mí mismo, pues sigo siendo mi mejor amigo, y siempre lo fui en el fondo. No como pensé durante décadas, mi peor enemigo. Por eso escogí la libertad. Mucho más allá de no seguir siendo parte de la obra. Aunque me sea difícil explicarlo… mantuve mi promesa de estar cerca de mí mismo. Les agradezco muchísimo a tod@s aquí en Opuslibros y en los grupos de “graduados del od” (nax, agd, n, s ), a mis hermanas, mi hermano, y demás familia, por estar a mi lado, aceptarme, y quererme.