Opuslibros - Como en la víspera de los Reyes magos.- Zartan

Cuando yo era pequeño (siglo pasado) uno esperaba con especial ilusión el día de Reyes Magos. Lo mas divertido era que, en aquella España, no había nada de nada (y en mi casa menos) y con suerte sus majestades se descolgaban con una bolsa de bolitas de barro cocido y alguna que otra de vidrio, un coche de lata o madera y poco más. Pero la ilusión no te la quitaba nadie y dormirse el cinco de enero … era algo heroico.

Pues a mi me está volviendo a pasar lo mismo con eso del magno congreso y los atómicos estatutos que van a ser tan buenos, pero tan buenos, que serán de chuparse los codos, porque chuparse los dedos será poco.

Es esa ilusión infantil que, aunque después se materialice en unas cuantas bolitas, me hace entrar en fibrilación resonante y trepidante. Y es que muero de curiosidad por saber cómo lo van a hacer, cómo van a salir de este maravilloso zapato chino en el que voluntariamente se han metido.

Mi curiosidad es múltiple, en primer lugar me gustará ver cómo unos colaboradores -que no pertenecen a una entidad- elaboran sus estatutos. Algo así como si los jardineros de la empresa externa que cuidan la hierba del Camp Nou redactasen los estatutos del Barça. Lo que inseparablemente lleva a esperar ansiosamente saber cómo harán para que los “colaboradores” dejen de ser adláteres y pasen a ser miembros y miembras de pleno derecho de algo que, lógicamente, no será una prelatura personal. Ojo, no se me malinterprete, que yo pienso que el insigne agregado de Manchalaguardia de Arriba o el o la super de Castellón, son tan del Opus como el protonotario. Vamos, que espero ansioso la cuadratura del círculo que estoy seguro (y deseo) que conseguirán hacerlo. Verás que, en unas de esas, vuelven a los orígenes: dejan los curas en la prelatura y crean una asociación de fieles dirigida por la prelatura o… un instituto secular o… imaginación al poder.

Total, que estoy como en cinco de enero, me muero de ilusión por ver los regalos que el congreso extraordinario y magnífico les va traer. Ojalá acierten y ya se queden tranquilos de una vez en algún lugar y sobre todo, arreglen las cosas que no van bien, que intenten empezar por todo lo que en esta página se les ha dicho (del enemigo el consejo, creo que decía alguien). Tienen una ocasión de oro para desfacer entuertos, socorrer viudas y de una fruta vez ayudar a la Iglesia como ella quiere.

Abrazos desde la tranquilidad de mi selva, desde donde las veo venir y dejo pasar, que eso ya no va conmigo gracias a Dios.

Zartan