Sentido sobrenatural y sentido común.- Mediterráneo
Fecha Monday, 06 March 2023
Tema 070. Costumbres y Praxis



SENTIDO SOBRENATURAL Y SENTIDO COMÚN

Mediterráneo, 6/03/2023

 

En la institución se predica el sentido sobrenatural. Hay que tener sentido sobrenatural en la obediencia, en la dirección espiritual, en la pobreza... Hay que hacerlo todo con sentido sobrenatural. Si pierdes el sentido sobrenatural de tu vida, tu caridad será filantropía; tu pureza, decencia; tu mortificación, simpleza; tu disciplina, látigo, y todas tus obras, estériles, Camino 280.

No voy a entrar en la caridad y la filantropía porque ninguna de las dos se vive en la institución. Tampoco voy a entrar en la pureza y la decencia, porque lo que se vive en la institución es una obsesión enfermiza por el 6º y el 9º y, francamente, la mortificación y la disciplina me parecen soberanas necedades...



El sentido sobrenatural es bueno. Los creyentes verán la voluntad de Dios en las cosas, aunque no las entiendan, los no creyentes verán un poder superior que organiza el mundo, las leyes de la naturaleza, etc. No es malo tener sentido sobrenatural. El problema surge cuando ese sentido sobrenatural, el que sea, choca con el sentido común y prevalece.

Bienvenido, lector, al sainete titulado “La institución y la falta de sentido común”.

            El sentido sobrenatural dice que la sección de varones no puede pasar a la administración. Como los tiempos son los que son, y las auxiliares son las que hay, la cena se deja preparada en una mesa caliente, o se piensa un menú de calentar en microondas, de lunes a viernes y del 1 de enero al 31 de diciembre. El sentido común dice “si el viernes a mediodía cierras la puerta de la administración que da a la calle, de modo que nadie pueda entrar y nadie peque, sobre todo que nadie peque, puedes abrir la puerta de comunicación, y dos residentes por turno (o uno solo porque le encanta cocinar) pasan a hacer sándwiches calientes para el desayuno, o una tortilla francesa recién hecha para la cena, o unas empanadillas hechas al momento, o una quiche de puerro y salmón, que tampoco se necesita ser Gordon Ramsay para eso. La residencia cenará mejor y los numerarios estarán un poquito en el mundo real". 

            No hay dinero en la institución. El sentido sobrenatural repite la parida esa de“se gasta lo que se debe aunque se deba lo que se gaste”, y envía a numerarias, agregadas y alguna auxiliar (no todas ni cada año, que son auxiliares al fin y al cabo), a hacer convivencias y cursos anuales a Israel, al Líbano, a Inglaterra, a Alemania, a Austria, a Suiza. El sentido común dice “si no tienes dinero, vende patrimonio, reduce estructura y haz funcionar al 100% unas pocas casas, en lugar de hacerlas funcionar todas al 15%”.

            El sentido sobrenatural ha exigido que los miembros de la institución entregasen todo su dinero, todo su patrimonio, todo, todo, todo. Lo que entregaron se fue a tapizar los bancos del oratorio de las quince golondrinas, por poner un ejemplo, con la consecuencia de que ahora los miembros son muy mayores, necesitan una montaña de cuidados médicos y no hay dinero. El sentido común dice “que cada miembro aporte un % de su sueldo y que provea a sus necesidades, presentes y futuras, porque la institución jamás le pasará un céntimo”. Igual hoy en día los bancos del oratorio de las quince golondrinas seguirían sin tapizar, pero cada miembro podría tener seguro sanitario privado, y una pensión de jubilación, y la institución tendría una economía más saneada.

-ç                   El sentido sobrenatural dice “habrá miembros que deberán dedicarse a las labores internas”. El sentido común dice “si santificamos el trabajo, y ese es nuestro carisma (qué poco os gusta esa palabra, y qué rabia que la emplee el papa para referirse a la institución, ¿verdad?) , a las labores internas se dedicará el mínimo imprescindible de personas, con una revisión anual a la baja, porque 1) no podemos permitirnos no ingresar dinero, y 2) no podemos permitirnos mantener a un pelotón de gente que no hace más que ordenar informes de conciencia y leer las cartas dirigidas al padre, que pierden cualquier referente profesional y que luego no serán capaces de reincorporarse al mundo laboral”. Los edificios de las delegaciones, asesorías y comisiones se convertirían en dos o tres habitaciones de cualquier centro, el número de personas dedicadas al gobierno disminuiría drásticamente y toda la estructura sería mucho más ligera.

 

            El sentido sobrenatural dice que las auxiliares son la base de la institución, el apostolado de los apostolados, y aquello sin lo cual nada podría existir, y estoy de acuerdo, por una vez, estoy de acuerdo. Ese mismo sentido sobrenatural parece atribuir a las auxiliares un cuerpo glorioso, que hace que no necesiten descansar, ni necesiten ir al médico, ni envejezcan. El sentido común dice “déjate de estupideces, si esto es así, si son tan importantes, CÚIDALAS. Olvida los horarios inhumanos, olvida exigirles hasta la extenuación, haz que descansen, que tengan el mejor seguro médico, que se sientan bien, porque si matas a la gallina de los huevos de oro, te quedarás sin nada”. La gallina de los huevos de oro lleva muerta y enterrada mucho tiempo, y los huevos que puso antes de morir se están acabando.

“Si pierdes el sentido sobrenatural [...] todas tus obras serán estériles”. ¿Y si pierdes el sentido común?

Mediterráneo

 

“Las cosas que aquí se ven / ni los diablos las pensaron” – José Hernández, “El gaucho Martín Fierro”.

 







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