Querido Fernando, en tu carta del 16 febrep 2023 dices (punto 13) “Como los primeros cristianos, somos cor unum et anima una (Hch 4,32) y nadie en la Obra podrá sentir jamás la amargura de la indiferencia”. No me resulta raro que pienses así pero siento mucho tener que decirte que no corresponde a la realidad.

Mi salida de la obra fue precisamente en el momento en que sentí que, para mis hermanos -esos con los que vivía en la misma casa y con los que me unían lazos mas fuertes que los de la sangre- yo era precisamente un perfecto cero a la izquierda. Ese día fue la primera vez que miré fuera de la obra en casi un cuarto de siglo.

Tal vez yo sea el único en haber sentido la amargura de la indiferencia. Me gustaría que fuese así, pero mucho me temo que no.

Desde mi selva abrazos por doquier.
Zartán.