Antes que nada, quiero felicitar a Agustina por los 20 años de Opuslibros. Creo que ni tu –ni ninguno de nosotros- tenemos idea de la importancia de este sitio para difundir la verdad sobre el Opus Dei. Imposible medir su real alcance. Solo queda decirte un enorme GRACIAS.
Vamos a lo nuestro. El 2022 se va a recordar en la Opus Dei como “annus horribilis”. A la baja cantidad de vocaciones se suman los que se siguen yendo, la edad de los que están dentro (mayores de setenta en su mayoría), a los que hay que cuidar, el tema de las 43 mujeres, la condena por el tema de Gaztelueta, la reapertura de esa investigación en el Vaticano, la “rebaja” de la Prelatura al Dicasterio del Clero , el “motu proprio” y el cambio de los estatutos –¿que fuera rechazado dos veces por el Vaticano?-. Solo falta que le crezcan los enanos del jardín. Dentro es un gran descalabro. “Sálvese quien pueda” parece ser el lema. Cada vez hay más supernumerarios disgustados con la Opus, porque sienten que no es lo que ellos pensaban que era. Sienten que los han engañado. Y lo dicen por todos lados. No les dejan preguntar libremente o por lo menos “públicamente”.
Estuve en una reunión en la que uno intentó preguntar más puntualmente sobre estos temas y el numerario de turno le hizo callar la boca y cambio de tópico. Están cansados de que se les cuenten explicaciones simplonas como si fueran tontos o niños. Baste recordar esa tertulia que esta dando vuelta por allí en la que la número 1 de la Asesoría les dice que el cambio de estatutos es genial ya que les permitirá actualizar la contemplación de los misterios del Rosario de 10 a 15. Ya nadie les cree. Los numerarios cada vez más en sus propias cosas. La mayoría hace su vida como se le ocurre, sin cumplir las normas (alcanza con que hagan la oración a la mañana y un poco más con tal de que no se vayan), asistiendo a convivencias sin horarios y perseverando en una triste vida sólo porque creen – equivocadamente - que están viejos para irse. A los sacerdotes, por el contrario, los están controlando de más. No quieren ningún otro escándalo por ese lado.
El número 2 de la Opus anda por ahí diciendo que lo de las “43” es algo “accidental” y que son un grupo de “resentidas” que se “fueron mal de la Obra”. Parece a simple vista poco empático y cristiano. Las personas “resentidas” son aquellas que tienen “resentimiento”. Resentimiento según la Real Academia Española significa: 1. prnl. Empezar a flaquear (‖ debilitarse). 2. prnl. Tener sentimiento, pesar o enojo por algo. 3. prnl. Sentir dolor o molestia en alguna parte del cuerpo, a causa de alguna enfermedad o dolencia pasada.
Es normal que las personas maltratadas se debiliten, tengan sentimiento, pesar o enojo y que sientan dolor o molestia a causa de alguna dolencia pasada. Sin quererlo está reconociendo lo que las 43 reclaman.
El fallecimiento de Benedicto XVI debe ser una de la pocas alegrías que les dio el 2022. Recordemos que en el “Index” sus libros eran considerados de sexta y que fue quien comenzó a “apretar” al Opus. Por otro lado, Francisco juega con ellos. Les dice una cosa y hace otra (hay que mirar lo que hace el Papa, no lo que dice para entender por dónde van los tiros). Saben que se les vienen encima cosas peores. Quizás la Opus espere que en el 2023 empeore la salud de Francisco, al que a pesar de decir que “aman” en realidad quieren poco y nada. Siguen sin poder darse cuenta de lo que han hecho y siguen haciendo mal. Que mientras no reconozcan esto, pidan perdón real, reparen –en serio y no con palabras– y cambien no importa quien esté en la silla de Pedro, les seguirán cayendo palos.
No es mi problema lo que pasa en la Opus, pero da lástima sobre todo por el daño que le hacen a la Iglesia Católica. Cada vez es menos pijo ser del Opus. Peor aún, hoy ser del Opus y tener la peste es algo parecido. Como sea, veremos que ocurre en el 2023, aunque el futuro de la Opus creo que esta sellado (y no para bien). Es cuestión de que el tiempo corra. Se levantan apuestas sobre cómo llegaran –si llegan– a los 100 años. Muy buen año para todos.
Gustavo
