Los bienes de la tierra, repartidos entre unos pocos; los bienes de la cultura, encerrados en cenáculos. Y, fuera, hambre de pan y de sabiduría, vidas humanas que son santas, porque vienen de Dios, tratadas como simples cosas, como números de una estadística. Comprendo y comparto esa impaciencia, que me impulsa a mirar a Cristo, que continúa invitándonos a que pongamos en práctica ese mandamiento nuevo del amor. (José María Escrivá de Balaguer. Es Cristo que pasa, 111)
No hay dinero para pagar a las 43 ex numerarias auxiliares “porque el Opus Dei es pobre”
Agustina L. de los Mozos
Coordinadora de Opuslibros.org