Las velas de Torreciudad (Cap.47 de 'El buen pastor').- Nachof
Fecha Wednesday, 01 September 2004
Tema 100. Aspectos sociológicos



LAS VELAS DE TORRECIUDAD

Cap.47 de 'El buen pastor'
Enviado por Nachof el 1-9-04

En el santuario de Torreciudad, obra corporativa del opus dei, existe, junto a la explanada, una zona en la que se suelen depositar velas de distintos tamaños como homenaje a la Virgen. Lo que pocas personas saben es que esas velas, cuando cae la tarde y se cierra el santuario, se apagan, pasan a un contenedor y bien ese mismo día o al siguiente, son recogidas por empresas especializadas en la fabricación de estos productos y pasan a reciclarse. Esta práctica sobre los cirios que se ponen en honor de la Virgen se vive también en otros grandes santuarios marianos, como los de Lourdes o Fátima...

A lo largo de mi vida dentro de la obra como agregado hice curso de retiro dos o tres veces en algunas de las casas que existen en Torreciudad. Existe una casa especial que solo habitan los directores de la obra o los responsables del santuario y dos para los que no tienen esa cualificación dentro de la prelatura, denominadas éstas últimas 'La Masada' y 'La Solana'. Claro hablo de las que utilizan los hombres del opus, pero no a las de las mujeres, que ignoro totalmente, en virtud de la distancia que existe entre unos y otras, en virtud de lo establecido por el fundador.

Cada día, cuando se cierran las puertas del santuario a los visitantes, los que están haciendo un curso de retiro en esos momentos, suelen salir para dar una vuelta por la explanada y meditar sobre las palabras de las meditaciones del sacerdote o la charla del director del curso de retiro. Ese es el momento en que yo descubrí que se apagaban las velas dejadas por los visitantes y se tiraban en un contenedor, que lo suelen recoger los empleados de una empresa especializada. Se me indicó que el calor de tales velas no lo aguantaban las edificaciones. Jamás me enteré cuánto dinero representaba eso para el opus. No creo que sea mucho, aunque sí ayudará algo.

No cabe duda que el santuario de Torrecudad es un edificio singular con una buena arquitectura. Una vez que estás dentro te das cuenta de que el fundador de la obra transmitió al arquitecto una idea en la que mezclaba lo divino y lo humano. Está claro que lo divino queda plasmado en las escenas de la vida de la Virgen. Lo humano es lo que aparece en los escudos que aparecen en el retablo y que, junto a patronos e intercesores de la obra, existen escudos nobiliarios, como corresponden a la llamada "sangre azul" del fundador, que lo demuestra su solicitud del Marquesado de Peralta, que le fue concedido.

Cuando escribí el artículo titulado "El Santo Polivalente" ya propuse que, al igual que San Francisco de Borja fue denominado "el Santo Duque de Gandía", San Josemaría fuera denominado "el Santo Marqués de Peralta". La diferencia es que aquel renunció a sus títulos nobiliarios para servir a Cristo, mientras que el fundador del opus, en nombre de ejercer sus derechos para su familia, cuando estaba entregado a Dios --el opus es Dei, dicen sus responsables-- solicitó tal rango nobiliario, que luego, una vez concedido por el Ministerio de Justicia de España, y pasados unos pocos años, cedió a su hermano Santiago, que tenía un buen número de hijos. Por cierto, me ha ayudado amablemente alguno de mi lectores. Cuando escribí mi artículo sobre "Tio Santiago" dije que su mujer se llamaba de otra manera. Lo correcto es "Yoya".

Había nacido el "Santo Polivalente" en Barbastro en el seno de una familia, en la que el padre fue una persona arruinada. Ello le provocó que tuviera que emigrar a otra ciudad y colocarse de empleado en una empresa para poder sacar adelante a su familia. De ahí que no entienda ahora por qué esos escudos nobiliarios que aparecen en el retablo de la Virgen de Torreciudad. Se hace difícil pensar que tal señor, denominado internamente "el abuelo", aspirara a ser marqués.

En algunos lugares he leído que en un primer momento "Josemaría" se llamaba "José María", se apellidaba 'Escriba" (sin acento y con b) y no añadía la coletilla de "de Balaguer", ni tampoco el "y Albás", cuando en su juventud era conocido como Jose María Escriba Albás. Podemos decir con toda propiedad, con lo que acabo de escribir que era "el Santo de lo Ordinario", como se le llama en una de las páginas web de la prelatura.

El "Santo de lo Ordinario", pero que tenía delirios de grandeza, digo yo. Pienso que pocas personas habrán cultivado tanto el "yo" suyo y de su familia como este "monseñor". Así le conocí yo en el año 1965. Era monseñor Escrivá (con acento y con la letra v), de Balaguer. Igual era que ese Escrivá tenía que sonar como el "Escrivá de Romaní" de algunos nobles de la época. Parece que algo de esto influyó en su coletilla "de Balaguer".

El que empezó tratando a duquesas, marquesas y condesas en el Madrid de los años treinta del siglo XX, eso sí junto "a las barriadas más pobres" donde dio formación a miles de chiquillos, con el tiempo se convirtió en uno más de "sangre azul". San Josemaría se arrimó tanto a la realidad doliente, a la de la sangre roja, como vio que las venas por fuera eran azules, él se convirtió en uno de "sangre azul". Me gustaría que algunos de esos miles de chavalillos que fueron atendidos por el fundador hiciera ahora declaraciones a los periodistas y confirmara los hechos que se atribuyen al "Santo Marqués de Peralta". Pocos testimonios de este tipo se conocen. Por supuesto que esos chiquillos hoy serán muy abuelos y muchos habrán fallecido.

Ya sé que el fundador decía que las fuentes de Torreciudad debían tener letreros que dijeran "agua natural potable" para evitar las llamadas "aguas milagrosas". En el fondo, era una crítica a otros santuarios como Lourdes o Fátima, que el "Santo Polivalente" visitó. Esas botellas cuestan un dinero en los referidos santuarios. Me pregunto entonces por qué en un determinado momento se habló de la llamada "ruta mariana" entre la Basílica del Pilar, el santuario de Torreciudad y Lourdes. Otra vez la polivalencia o el aprovecharse del nombre. Perfecto. Qué listos.

Continuará





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