A propósito de la opusiana Comisión de Escucha y Estudio.- Sergio DUBROWSKY
Fecha Monday, 27 June 2022
Tema 110. Aspectos jurídicos


 

Juan Domingo PERÓN, figura controvertida de la historia del siglo XX, admirado por la mitad de los argentinos y denostado por la otra mitad, no cabe duda que ejerció sobre unos y otros, Tirios y Troyanos, un singular magnetismo. Era, como se suele decir, un “encantador de serpientes”. Una de sus cualidades indiscutidas, reconocidas por unos y otros, Espartanos y Atenienses, era su capacidad de transmitir su pensamiento en sentencias ocurrentes y breves. Por ejemplo, ante un problema, solía decir “hay que desensillar hasta que aclare”. Otra: “conocí muchas personas buenas que se transformaron en malas personas y al revés, muchos malos que luego fueron buenos. Lo que nunca vi es que un tonto se vuelva inteligente.”. Otra: “con los boludos ni a Misa”...

 

Traigo a colación al controvertido personaje, militar de la más alta graduación, tres veces elegido Presidente de la República Argentina por el voto popular, porque en función de gobierno, supo acuñar también muchos dichos célebres. El que ahora me interesa es aquel que decía: “cuando quieras que no se resuelva un tema, hay que formar una comisión”…

 

Conociendo el paño, la noticia de la formación de la comisión de escucha y estudio por parte de la opus ni siquiera me causa indignación o náuseas: simplemente una extraña sensación entre hilaridad y un cierto llamémosle “cansancio moral” ante tanta mentira e hipocresía (amén de la injusticia…). No tienen talento no ya para reparar el daño y escándalo, que nada les costaría, sino siquiera para llamarse a silencio…

 

Aparte de todas las cosas que ya se han dicho, el intento de “lavado de cara” que no se lo creen ni ellos mismos, comenzó desde el primer momento. Noten que, como primera medida, so color de “reorganización” de la estructura de gobierno (y de pecado…) y luego de mandar a mentir y poner la cara a la “cooperadora orgánica” Dra. Kathleen Donnelly, sacaron de los puestos visibles de gobierno a todos y todas las personas que estaban gobernando la cosa al momento de los hechos denunciados. En otras palabras, los mismo que fueron responsables -o al menos testigos privilegiados- de los abusos de conciencia, de gobernar profanando el fuero interno, de la reducción a la servidumbre y circunvención de incapaces denunciada, y de robar el salario de las trabajadoras, hechos que por otra parte eran de público y notorio conocimiento para todos y todas los “in” de la estructura clerical que no tiene miembros laicos, sólo “cooperadores orgánicos”… Siguen mintiendo… afirman que no hubo denuncia ni demanda alguna, cuando también es de público y notorio conocimiento que hubo una presentación ante la Sede Apostólica planteando la cuestión.

 

No vale la pena descender a detalles ya publicados y que otros han dicho: tanto la opinión pública como la Jerarquía Eclesiástica en su más alto nivel (no olvidemos que Jorge Bergoglio, antes de ser elegido Romano Pontífice, fue primero Obispo Auxiliar y Vicario General, luego Arzobispo y Cardenal Primado de Buenos Aires…) conocen los hechos, y si hay voluntad de resolver la cuestión, con seguridad, se resolverá.

 

Me apena que las personas llamadas a integrar dicha “comisión”, gente aparentemente con trayectoria y prestigio, se presten a tan injusto e hipócrita proceder: los exhorto a renunciar, a no prestarse al juego. Pero no pueden porque en el Opus la regla definitiva que ordena todo es “obedecer o marcharse”. Por lo demás qué poder de decisión pueden tener unos modestos “cooperadores orgánicos” frente los clérigos que gobiernan la institución. Ninguno.

 

Sergio DUBROWSKY

 









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