DIFERENCIAS PRÁCTICAS EN EL OPUS DEI SI FUERA PRELATURA-DIÓCESIS (FORMARIA PARTE DE LA ESTRUCTURA JERÁRQUICA DE LA IGLESIA)

Y EL OPUS DEI ACTUAL (ES UNA PRELATURA-MOVIMIENTO CARISMÁTICO Y NO FORMA PARTE DE LA ESTRUCTURA JERÁRQUICA DE LA IGLESIA)

Lo primero, perdonad este título tan largo, pero de esta manera quiero centrar esta aportación y no andarme mucho por las ramas. 

DIFERENCIA 1: Si el Opus Dei fuera una diócesis, los hijos de los supernumerarios serían miembros del Opus Dei desde que nacen hasta que se van de casa de sus padres (con 20, 30 o 40 años). Conociendo la aversión que esta gente tiene a la libertad personal y el miedo que les da que alguien decida en libertad sin ningún tipo de presión, crearían algún tipo de trámite y de ceremonia ultra complejo, con mil pasos y burocracia, para que los hijos de los supernumerarios se salgan de la Prelatura-diócesis al irse de la casa de los padres. En cambio, para convertirse en supernumerario-numerario-agregado los trámites y ceremonias serían sencillísimos, (en realidad, bastaría con no decir expresamente que quieres dejar la diócesis). Así, a razón de 10-15 hijos obligatorios por pareja de supernumerarios, la Prelatura-diócesis iría creciendo exponencialmente con cada generación...

DIFERENCIA 2: todos los sacramentos que reciban los miembros de la Prelatura-diócesis, ordinariamente, se recibirían en los centros e iglesias de la Prelatura por parte de sacerdotes de la prelatura. Y todas las confesiones. Sin que nadie se les escape y se quede tan pancho, como ocurre ahora. Claro que podrías ir a confesarte con otro cura. Pero en ese caso los curas de la Prelatura-diócesis podrían pedir que te regularices con ellos. Por ejemplo, antes de confirmarte o casarte. Sería un infierno conseguir casarte dentro o fuera de la Prelatura-diócesis sin confesarte con un cura de la misma. No te darían los papeles ni el permiso hasta no constatar que "estás en gracia de Dios". Y si intentas casarte en otra parroquia y con otros curas lo torpedearían no dando su permiso ni dándote la partida de bautismo que necesitarías. O con ellos o con ninguno. O con sus condiciones o nada. El afán de los opusinos por conocer y controlar todas las conciencias y fueros internos se vería acrecentado hasta el infinito y más allá. Y esto nos lleva a la diferencia 3

DIFERENCIA 3: una de las más importantes tareas de los curas y numerarios de la diócesis-Prelatura sería el conocer por las buenas o por las malas todo el fuero interno de los hijos de los supernumerarios. Sería obligatorio que en su infancia y adolescencia fueran por el club y por los centros si quieren recibir la confirmación. Y evitarían cualquier rebelión poniendo todo tipo de trabas para casarte sin su permiso, por lo que hemos dicho antes, no dándote la partida de bautismo para que te cases fuera de su diócesis. Y esto nos lleva a la diferencia 4.

DIFERENCIA 4: el conseguir nuevos numerarios y agregados para la diócesis-Prelatura sería sencillísimo para ellos. A los hijos de los supernumerarios (que, recordemos, irían todos obligatoriamente por los clubes y centros), se les diría cuáles son llamados a vivir como célibes. Y en caso de que te rebeles y no quieras, pues lo dicho, a aplacar cualquier rebelión diciéndote que no te vas a casar ni con ellos ni con ninguno y no te darían la partida de bautismo para que lo hagas con otro. Al final, en una o dos generaciones irían aplacando las rebeliones y sería natural que a los 14 años y medio la Prelatura-diócesis te diga si vas a ser numerario, agregado o supernumerario. Me recuerda esto a la saga de cine “Divergente” donde a la mayoría de edad te dicen, en la película, lo que vas a hacer en la vida. 

DIFERENCIA 5: no habría ningún problema en conseguir suficientes “chicas de servir” o “numerarias auxiliares”, como ellos las llaman. A los 14,5 años, a aquellas hijas de supernumerarios a las que ven fuertes y dispuestas, les dirían que en el futuro y durante toda su vida serán sirvientas. Desde luego habría muchas, para que en ningún centro falte su buen servicio doméstico. Lo mismo pasaría para conseguir nuevos seminaristas para sus seminarios. Los tendrían a porrillo, según los necesiten. 

DIFERENCIA 6: la aportación económica de los supernumerarios sería obligatoria para sufragar los gastos de la Prelatura-diócesis, y de la cuantía que ellos elijan. En caso de rebelión en los supernumerarios, la Prelatura-diócesis lo pagaría con los hijos, haciendo que tengas más hijas sirvientas-numerarias-auxiliares y obligando a tus hijos varones a ser jardineros-limpiadores-mantenedores, pagando ellos con el sudor de su frente las cuotas y aportaciones que tú habrías dejado de ingresar por tu rebelión. En una o dos generaciones, al igual que con la rebelión de los hijos, se acabaría con la rebelión de los padres y estos harán la aportación puntual y de la cuantía indicada por los directores. 

DIFERENCIA 7: a los 14,5 años, además de decirte tu estado (y en el caso de numerarias sirvientas y seminaristas tu dedicación futura) te dirían qué profesión le vendría bien a la Prelatura-diócesis que tengas. Si alguien cree que exagero, es que no ha visto como yo a los directores decirle a alguien que cambie de carrera por el motivo que sea, o que haga otros estudios más convenientes, o cercanos, o más interesantes. O que le han apuntado, sin su permiso y consentimiento, en una lista para ser profesor de sus colegios. Recuerdo cuando me llamaron de un colegio de Fomento, al poco de terminar la carrera, para decirme que ya podía ir a hacer la entrevista con ellos para ser profesor. Cuando les dije que no quería y que nunca había querido ser profesor en uno de sus colegios, me dijeron que habían visto mi nombre y datos en una lista de candidatos. Cuando volví al centro y le recriminé al director el haber dado mis datos y haberme apuntado en una lista de posibles profesores sin mi consentimiento, él respondió echándome una súper-broca por mi falta de disponibilidad y por ir a lo mío y no tener en cuenta las necesidades de la Prelatura de nuevos profesores para sus colegios y apostolados. Y a partir de ese momento, todo fueron dificultades para poder trabajar en lo que me gustaba. Evidentemente, a los pocos años de estar así me largué. Y, oh sorpresa, cuando pedí mi vida laboral poco después de recibir mi primera nómina, veo que alguien que no era yo pero con mi número de documento nacional de identidad ha cotizado año y medio antes que yo. Y con una fecha de nacimiento anterior a la mía. Me costó 10 años clarificar lo que había pasado y enmendar los datos erróneos a disposición de la Seguridad Social. Estos capullos, porque no tienen otro nombre, habían puesto a dar clase como profesor en uno de sus colegios a alguien haciéndose pasar por mí, utilizando mi título profesional, sin mi consentimiento y conocimiento…Todavía cuando suscribo un seguro o abro una cuenta corriente, tengo que controlar que son mis datos y no los de mi otro yo que fue profesor… en fin, para mear y no echar ni gota…O para denunciarles a magistratura (esto mejor no porque siguen teniendo muchos jueces dentro…)

Habría más diferencias, pero las quiero dejar para una futura colaboración y me gustaría leer y conocer vuestras aportaciones. 

Si alguien cree que estoy exagerando y haciendo una parodia, en mi opinión es que no ha sido numerario-agregado-supernumerario-numeraria auxiliar. O no ha vivido muchos años en un centro. O no le han negado la absolución en la confesión sacramental por tonterías. O no han usurpado sus datos para que alguien trabaje por él en una profesión distinta. O no se ha enterado de nada en los pocos años que ha estado. O ha tenido mucha suerte y ha conocido un Opus Dei distinto, formado exclusivamente por gente buena que hace, únicamente y siempre, el bien y nada más que el bien…

Un abrazo a todos y todas,

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