No todas somos iguales.- Antonia
Fecha Monday, 28 March 2022
Tema 077. Numerarias auxiliares


 

Buenas tardes a todos

 

Lo primero de todo gracias por aclararnos y explicarnos tan bien la noticia sobre el dicasterio del clero, lo que conlleva y demás, Muchas GRACIAS.

 

Leyendo a Sinculpa ayer, me vinieron a la mente varios recuerdos de hace años, pero no tantos porque ya se comentaba que se iban a unificar un poquito las labores sobre todo en una ciudad pequeña, pero mientras esto sucedía yo llevé a una chica a la meditación del centro. Al día siguiente me llamó la directora y me preguntó que qué hacía esa niña allí. Le digo, bueno le hablé de venir a la meditación y me dijo que bien, no veo dónde está el problema. Me dijo: esa chica estaría mejor en el club de los sábados “con ustedes”, las auxiliares. Me dijo claramente que allí en el centro no tenía que estar y que ni lo había consultado con ella. A partir de ahí pensé nunca más voy a animar a nadie a nada. Se acabó.

 

Recuerdo que por aquel entonces también vivía conmigo una nax jovencita, y con muchas ilusiones de integrarse en la labor con las niñas del centro. El club era en un piso para labor de las nax, todo separado. Por esto que dije antes que se iban a unificar un poquito las labores, ella ayudaba en la labor de numerarias jovencitas, tenía varias amigas, estaba muy involucrada y entusiasmada, muy contenta se la veía. Pero un buen día le dijeron que no se hiciera ilusiones, que ella no iba a ir a los campamentos con esas niñas. Estuvo 2 días llorando, no daba crédito, pues había dado todo su tiempo y esfuerzo, ¿y qué pasaba? No valía para ir a las convivencias aunque el porte y la ilusión lo tuviera… pero era numeraria auxiliar. Vaya, que quedó muy decepcionada. Yo le dije, días más tardes, con más calma, que si ahora se daba cuenta de eso. Estás ahí en el club por las tardes porque te necesitan pero para lo demás es harina de otro costal...

 

Lo último por hoy:

 

Fue mi madre a verme después de tres años sin verla, me insinuaron que mejor fuera yo a verlos. ¡Pero si ya llevaba así tres años queriendo verlos y nunca les parecía un buen momento! Era una angustia esto de querer ir a verlos y que no encontraran el momento. Entonces mi madre no aguantaba más, pensaba que algo no iba bien y vino. La estancia fue penosa, pues ella no era para estar en una pensión sola, ella quería estar conmigo los tres días completos, cosa que no pudo ser. Lo único que recuerdo es que fue un completo desastre, no supe hacerlo bien, qué difícil era poder estar con mi madre, con lo que se merecía, ella pensaba que molestaba. Me preguntaba por qué tardaba tanto en ir a verlos.

 

El tiempo y el sentido común me enseñaron con los años, cómo hay que tratar a unos padres. Ahí dentro no te facilitan querer a tus padres como se merecen, no como ahí te exigen (que los encomiendes me decían) penoso hasta la palabrita que ya ni me gusta repetir.

 

Hasta pronto

Antonia









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