A la paz de Dios. Para Diego.- Diogneto
Fecha Sunday, 29 August 2004
Tema 140. Sobre esta web


A la paz de Dios, Diego, ¡Epaaaaa!

¡Pero bueno, hombre! ¿Cómo andas "cayendo accidentalmente" en páginas web "rellenas"? ¡Hay que se descaer! ¡Tuvo que ser por distracción! Si no, no se explica en una persona tan "posicionada", "tan de opinión neutra". ¡Gracias a Dios que encontraste enseguida una "obligación moral"!; ¡Das con todo, Diego!

Espero que tu condición de persona "no miembra" sea también otra "triste confusión". En caso contrario, con el corazón en la mano, ¡lamento tan irreparable y sensible pérdida! ¡Hay que se joder!

Cuando presentaron a Ortega y Gasset a Rafael "el Gallo", este preguntó que qué era y le dijeron que era filósofo. "el Gallo" respondió: "¡Tié que haber gente pa tó!"

Dices, que, aún sin conocer "las malas experiencias" que rellenan esta página, no te metes en si tienen o no tienen razón. Dices: "la verdad, ni lo sé ni me importa". ¡Este es mi Diego! ¡Ese es el espíritu de la Obra! Y ¡adelante con los faroles!….

"Que es normal y humano que, en una "organización" tan grande y edificadora como es la Obra, existan algunos puntos negros"; ¡hombre, Diego!, ¡no nos preocupemos por unos puntos negros, espinillas y pequeñas venas varicosas! ¡eso no es nada! Créeme, lo importante de la Obra es que sea así de edificadora. No le pidamos que, encima, sea edificante.

"Personas desorientadas que buscan en vano el reconocimiento, vía medallas o diplomas o acciones de Telefónica, por un tiempo empeñado en la juventud. Y no entienden, que la recompensa por esos años de numerarios y /o otras figuras, no tienen recompensa alguna en este mundo". Diego, ¡que razón tienes, amigo! Como si el Opus hubiese pagado alguna vez alguna de sus deudas o devuelto algún dinero o algo de valor en este mundo. ¡Eso sería falta de visión sobrenatural! ¡Que idea tan mundana! Eso sí, Diego, reconóceme que cargaste las tintas con lo de buscar acciones de telefónica… Diego, en eso de buscadores de acciones y demás valores mobiliarios o inmobiliarios, bien sabemos tú y yo y tus amigos quienes dedican todo su trabajo ordinario y extraordinario a esas "santas tareas". Reconoce Diego, que el aladito de Judas sobrevoló aleteando con sus negras alas alrededor de tu cabeza mientras escribías ese párrafo.

En cuanto a eso de que no tengo ni idea de lo que deben de hacer los que quieren entrar, los que están dentro y los que quieren salir y que no soy Nadie para dar consejos, eso…. mejor te lo explicaba yo a ti al oído Diego, como una confidencia. ¿Barruntas esto que te digo, Diego? ¿Me se entiende, Diego?

Para acabar de buena manera, amigo Diego, y por seguir con lo de "buscadores de recompensas", cuando Escriba subió al cielo, no aparecía en la lista de admitidos y él le dijo a San Pedro que eso no era justo, que él había hecho mucha caridad en su vida. Entonces, desde detrás de la puerta se oyó una voz más que humana que dijo: "¡devuélvele los cinco duros y que se vaya!"

Te deseo que sigas siendo un católico de a pie, yo también lo soy; eso sí, Diego, basta con dos pies para apoyarse, recuérdalo, amigo Diego: dos solos pies y un solo Dios verdadero, lucha como infante, no te me pases a caballería.

Pos eso, Diego, con Dios, y con dos pies… con eso basta.

Diogneto







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