Siempre la gente del Opus fueron son y serán discriminadores, lo tienen en su genes, los demás siempre serán menos que ellos.

Desde que se inició la demanda pública en la región de Argentina, una persona cuenta que llaman a unas de las denunciantes “Cabecilla paraguaya”. ¿Qué le suena esto? Pobre la persona que tiene la hermana aún ahí adentro. Lo repiten como algo natural. Claro pobre, también perteneció un buen tiempo al Opus hasta que se fugó con la libertad.

Todas las directoras saben muy bien los nombres de cada una de las 42 mujeres. No es necesario poner apodos o diminutivos porque somos pocos y nos conocemos mucho.

Tendría yo tantos apodos para llamarlos pero en mi casa me enseñaron a ser gente. Eso que ni teníamos religión. Dios las perdone y tenga compasión de todos.

Es tan fácil dar la cara y pedir perdón y disculpas.

Dar las gracias y aceptar el horror que han cometido.

Aprendamos, nunca es tarde para aprender una buena lección de humildad, de caridad, de amor.

Lgracem