¡Siempre limpias y prolijas!.- Pacha
Fecha Friday, 12 November 2021
Tema 077. Numerarias auxiliares


Hoy recordaba las clases de protocolos que nos impartían constantemente. Queriendo que aprendiéramos rapidito todo. A servir la mesa, los cubiertos de esta forma, las copas, los cubiertos de postre, el sello del plato siempre para arriba... la forma de sostener la bandeja en los brazos para que no se nos cayera al piso con la pila de ocho platos, la forma de pararte para hacer equilibrio cuando retiras el primer plato... ¿Alguna vez intentaron sostener en un brazo una bandeja con ocho platos? Hace unos días le comenté a un ex numerario que tengo desplazamiento en la quinta vértebra y así están muchas ex Nax, todas con problemas en la espalda o cintura.

Mi trabajo por un tiempo prolongado fue el de hacerme cargo sin experiencia de la pastelería y servir dirección en la casa de retiro. Me levantaba como todas a limpiar. Luego las normas, misa y a desayunar... luego otra hora de limpieza y de la limpieza pasaba a la pastelería a preparar los postres y la preparación del desayuno del día siguiente. Siempre con el tiempo contado corriendo de aquí para allá. Almorzábamos y las camareras teníamos permiso para retirarnos (luego del segundo plato o sea antes del postre) para llegar a bañarnos si no llegamos a bañarnos antes del almuerzo o cena. La mayoría de las veces no se llegaba a bañarse antes, por lo tanto nos retiramos atragantadas del comedor (nosotras almorzábamos media hora antes que la casa de retiro) para seguir atragantadas en nuestra ducha rápida para sacar la transpiración que nos dejaba la limpieza anterior, o en mi caso el horno, por estar horneando algo o algo de merengue en el pelo por estar cerca de la batidora industrial.

Nunca se terminaba nada como una quería. Siempre faltaba el tiempo. Bueno, luego de bañarme y ponerme linda y muy prolija con mi camisa planchada, y moñito en el cuello con pollera y zapatos chatitos ya estaba lista para entrar al comedor y controlar hasta los pequeños detalles que todo ¡esté perfecto! ¡¡PERFECTO!!

Las 40 personas que entran en el comedor lo tenían que pasar estupendamente bien. No tenían que pedir nada porque yo siempre estaba adelantada a lo que pudieran pedir. Listo, todo controlado, se habría el comedor. Yo siempre atenta mirando al director o directora. Ya los conocía. Ya sabía qué cura vendría y qué dieta tenía. En el caso de los varones el cura comía junto al director. En el caso de las mujeres el cura comía en su lugar de descanso. Se servía la mesa, bastaba una señal mía para que salieran el resto de las camareras a cumplir con su trabajo.

Un día presté especial atención en un chico, era su curso anual de numerarios todos muy jóvenes pero de mí edad más o menos. En mi recorrido él quedaba en mi trayectoria visual y noté que me miraba. Siempre se sentaba en ese lugar. Yo no cuidé la vista cómo se recomendaba. Me producía algo el hecho de que tenía 38 lugares dónde sentarse y elegía ese lugar. Las camareras teníamos un recorrido y no podíamos ir al revés así que sí o sí lo cruzaba con mi vista. Luego ya no lo vi más y por más que lo busqué en el comedor... ya no estaba. Fue la única vez que miré a los ojos a un numerario y luego nunca más.

Luego de servir la mesa con todas las pompas, levantamos todo y se deja preparado para la siguiente comida. Yo a la tertulia. Y normas y seguir trabajando hasta la cena. Servir la mesa y terminar el turno como se llamaba. Tertulia y en mi caso como dije antes era la encargada de pastelería a mis 19 años y tenía que ver qué no faltara nada para el otro día (desayuno y postre) ni pensar que la directora se olvidó de avisar que mañana hay un cumple. No tienen idea de las veces que después de hacer el examen de conciencía la directora me decía que mañana hay un cumple ¿y saben que tenía que hacer yo? Ir a pastelería y preparar 8 bizcochuelos para decorarlos por la mañana y que eso sea el postre del mediodía. Sí, para esas cosas teníamos permiso de quedarnos un rato más trabajando. Para esas cosas no teníamos que pedir o insistir que nos dieran permiso. Así eran mis días. En la cocina igual. Preparaba todo y después atendía el comedor.

Recuerdo las ganas que le ponía para que todo aquello me guste. La fuerza para convencerme de que eso era lo mío pero, la verdad era otra. Sentía que estaba en un ejército.

Un día nos dieron clases de cómo vestirnos jajaja nunca me olvidé de eso. Si la camisa es a raya o floreada, la pollera tiene que ser lisa y combinar con los colores y viceversa. Y todavía sigue así de estructurado. Hoy en día prácticamente no tengo polleras (minifaldas....siiii ) jajaja.

¡Bueno gente linda! Hasta la próxima.

Pacha









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