No hace falta ser pobre.- Manzano
Fecha Friday, 29 October 2021
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


 

No hace falta ser pobre, basta con vivir la pobreza...

 

Ignoro si ser miembro -cooperador orgánico- del Opus Dei implica todavía tener que hacer los votos de los religiosos, o sea, pobreza, obediencia y castidad. Si eran o son votos privados, subrogados, concertados o votos públicos es lo de menos. Lo que importaba era hacerlos. Al menos durante décadas así fue, no había año en que mi director me preguntara puntualmente si los había renovado.

 

Leía hace poco un artículo que -con ironía y acierto- afirmaba que los prelados de la Iglesia Católica nunca habían entendido el voto de pobreza. No pude evitar vincularlo con el Opus pues, queramos o no, las cicatrices permanecen por más arrugas que pueblen nuestro rutilante ser. Pensé enseguida que el santo de marras les tenía que haber instruido sobre el tema en particular, pues Saint Josemari fue todo un ejemplo en evitar lujos y privilegios. La mayoría le habrían imitado sin duda alguna y ¡qué gozada! seguir sus pasos y costumbres. No saben lo que se han perdido.

 

Bien es cierto que los no religiosos no tienen por qué hacer el voto de pobreza, pero seguro que se les quedaría mejor el cuerpo si hubieran sabido que para ser santos sólo tenían que vivir la pobreza, ¡nada de ser pobres! como dice Gervasio en uno de sus memorables y magistrales escritos aquí en Opuslibros. 

 

Y vivirla bajo los artesonados de los palacios episcopales o vivirla en el palacete de Villa Tevere, Castelldaura o en el quinto pino dorado, da lo mismo, la cuestión es no pasarse de la raya y si es el caso no parecerlo.

 

No es pues extraño que a los de la profesión y contrarios a la esencia del Evangelio (ala dura del Vaticano y movimientos ultraconservadores como el Opus mayormente) les moleste que el papa Bergoglio cuestione, con su sencillez y pragmatismo, las riquezas de los que deberían ser ejemplo y testimonio de Jesucristo. Del mismo modo que sacó de los infiernos a divorciados y separados, como declaró que los homosexuales tenían cabida en la casa de Dios. Sin duda, los marginados y los pobres son principalmente los hijos predilectos y herederos del Reino de los Cielos.

 

¿Pero quién quiere ser pobre?

 

Manzano









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