Última entrega (Cap.5 de 'Bluf Story').- Lapso
Fecha Wednesday, 25 August 2004
Tema 140. Sobre esta web



Última entrega

Cap.5 de Bluf Story
Enviado por Lapso el 25-8-04

En no recuerdo qué película yanqui, unos antiguos soldados muy duros se confabulan para salvar a otro igual de duro o más, que ha caído en una trampa y está como preso allá por el Vietnam o así. Amigos de los primeros se proponen ayudarles, pero los duros de la peli les rechazan. El motivo principal es que no sois como nosotros, vosotros no estuvísteis en la guerra, eso no se puede explicar ni comprender en modo alguno, es imposible, son sensaciones y percepciones singularísimas que solamente se pueden vivir personalmente, no se pueden transmitir por buenas explicaderas que tenga el emisor y entendederas tenga el receptor, los que estuvimos allá somos capaces de comprender cosas que nadie más podría ni de lejos poner debidamente en el contexto adecuado...

Y algo similar sucede con quienes hemos batallado en campos de "lucha" distantes y distintos de los orientales.

Similar pero inverso. Porque la versión negativa de la peli se torna -a sensu contrario, que dicen los juristas; o a la vicecontra, que dicen los rurales- en versión positiva. O sea, se mira al espejo para devolver una imagen exactamente distorsionada. No es, por tanto, que los divinos excombatientes rechacemos la participación de los espectadores -ni muchísimo menos-, sino a la inversa: que experimentamos unas sensaciones muy peculiares al leer con toda naturalidad lo que escriben otros excombatientes sobre cuestiones que jamás hubiéramos soñado con ver plasmadas en papel ni acaso en mera conversación. Pero no en plan deseo insatisfecho, sino como inimaginable. Nos sé cómo decirlo, como que ni se nos había pasado por la cabeza que alguien compartiese con nosotros sus experiencias bélicas, y menos tan estructuradamente como es este Sitio se viene haciendo.

Esa, tal como lo veo, es la razón por la que tantísimas veces se repite aquello de (1)descubrir la página (2)leerla como descosidos durante un montonazo de horas y durante un montón de días (3)sorprenderse a uno mismo recordando situaciones no ya olvidadas, sino incluso destruidas (4)reflexionar y poner en su debido lugar algunos de esos recuerdos y (5)valorar de una manera más genuina y madurada los vestigios que nuestras almas acumulaban sin saberlo. O tal vez no.

Hay un sexto paso que da vida al Sitio: el de ponerse a escribir e incluso publicar lo que a uno le brota de esa compota de retro-percepciones. Un paso que no todos damos, porque no todos somos tan atrevidos o tan extrovertidos o tan imprudentes o tan vanidosos o tan auténticos.

Y un séptimo, si me apuráis. Un séptimo paso que ya es exterior al Sitio: la creación de nuevas relaciones personales (o la recuperación de antiguas en algunos casos) basadas en el común pretérito vietnamita.

Hay personas a las que esas nuevas relaciones ayudan mucho para superar las dificultades de su personalísima situación. Pero también hay gente que sin darse cuenta vuelve a acumular -sin necesidad, o almenos sin que hasta entonces se manifestara la necesidad- recuerdos que estaban enterrados, sensaciones que habían desaparecido, heridas que habían cicatrizado, interpretaciones que afortunadamente ya son superfluas, rencores ya amortizados por el paso del tiempo. Y por supuesto, también añoranzas bienamadas, aquellos deliciosos ratos, la calidad inmensa de aquel tío que tanto bien nos hizo….

Que cada uno o cada una, vaya, le saca el zumo que buenamente puede o quiere a las ajenas experiencias. Y a las propias en su nueva y compartida perspectiva.

En el más genuino sentido de las últimas teorías del marketing social nortemericano, se ha creado aquí una "community". Una agrupación espontánea y desinteresada de personas que comparten una concreta inquietud o interés y que se dan mutuamente todo el crédito de que son capaces. A través del canal-rey (internet). Por iniciativa no comercial de unos pioneros cuyo único interés es interior e inmaterial. Una "community" llamada, tal como yo la veo, a ensanchar y alargar su actividad y su participación. Un fenómeno digno, por consiguiente, de estudio en las novedosas aulas de la sociología y de la comunicación.

Por mi parte, he tenido palpitaciones buenas y malas. Buenas. Leer a gente inteligente cuyos problemas eran idénticos a los míos ha contribuido a despenalizar la memoria; enterarme de facetas gubernativas que ignoré durante tantos años me ha ayudado a enmarcar recuerdos y sensaciones; comprobar que me ha sonreido la fortuna por carecer de necesidades sicológicas asociadas a la guerra me ha hecho más comprensivo con quienes no; reirme con los relatos vivísimos de algunos de vosotros me ha arrancado más de muchas carcajadas; realertarme sobre el trato que dispensan a los adolescentes ha facilitado que en mi entorno inmediato me haga eco de sus evidentes peligros….

Malas. No me hacía ni puñetera falta que esto volviera a mi vida, no necesitaba reabrir un tema que ya no existía para mi; por momentos, creo que he llegado a sobredimensionar el influjo que en mi existencia tenga el período vietnamita; se me genera poco a poco un fondillo de rencorcete Dios sabe que fundadísimo, pero yo sé que perfectamente inútil a estas alturas de la postguerra…

En cualquier caso, si solamente una persona hubiera encontrado aquí la ocasión de plantearse una mejora (en forma de salida o de no entrada), ya es bueno el Sitio, ya es deseable la "community". Y si únicamente unos pocos hubieran logrado bajar el volumen de sus malos recuerdos o menguar la acidez de sus heridas, ya merecería la pena el esfuerzo de los promotores y mantenedores de Esto.

Luego estamos otros, los que tampoco es que anduviéramos especialmente necesitados de nada, ni tuviéramos particulares querellas pendientes, ni nos llamara la atención específicamente nada, y en ese plan.

Pero da lo mismo.

Acabo de releer de un tirón lo que llevaba de mi Bluff Story, y caigo en la cuenta de que seguramente se me ha ido la mano al relatar algunos detalles demasiado interiores o personales o indiscretos. No habrían hecho falta, pero ahí se han quedado. Vale.

Que quien en el próximo futuro caiga en la tentación de leerlo tenga en cuenta que lo presiden la buena voluntad y la ausencia de mala leche. Pero que no se quede parado quien tenga la oportunidad de evitar que se presione a nuestra Niñez. Y que una vez atravesadas las correspondientes "burbujas" que nos enunciaba JO, cada quien se comporte según los dictados de su conciencia, y solamente según ellos: que son personales e intransferibles, como el carnet del TreintayUno.

A la gente curiosa, entre comillas, mi recuerdo cordial. Que a todos soplen brisas benefactoras.

Y que en el reparto de besos y sonrisas os corresponda mucho.

FIN






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