Sobre ser familia…- Antonia
Fecha Monday, 13 September 2021
Tema 077. Numerarias auxiliares


 

Buenas tardes. Quería contar alguna cosa. Bueno, primeramente decir que me han gustado estos escritos últimos que la verdad parece que nunca se acaba una de enterar bien qué es todo lo que pasa, todo lo que circula y todo lo que hay dentro.

 

Gracias a Datos por tanta aportación.....

 

Eso que contáis, dos personas (Jason y Tuces) sobre el comedor, a mí me no me ha pasado eso por la sencilla razón de que he estado casi siempre en cocina y si alguna vez he salido al comedor, sufría por esto o por aquello que si esto no lo veía bien presentado que si aquello estaba poco hecho, que si aquello tenía demasiada salsa y se me iba a caer o por el contrario aquello estaba seco y estaría incomible, o que era poco y no iba a llegar. Siempre sufriendo. Debe ser prejuicios de la profesión o perfeccionismos tontos. Sí que es cierto que me gustaba trabajar bien y que todo estuviera en su punto agradable y dar un buen servicio, pero solo pensaba en la comida mientras estaba en el comedor. Entonces me sentía más a gusto sin ver nada. Ojos que no ven corazón que no siente…

 

Torbellino comentó el otro día sobre su estancia en un centro de numerarias. También lo he vivido exactamente igual como ella lo dice, comíamos solas en el office desayuno, comida y cena. La verdad que eso no me gustó nada, nunca, reconozco que fui muy cobarde porque era para haber cogido la maleta y no haber regresado nunca más. Parecíamos como personas de segunda división. Un día lo comenté a la directora que si eso era familia venga Dios y lo vea y a partir de ese día me invitaban al desayuno, pero solamente al desayuno y como algo muy excepcional pues yo luego debía sacar la comida reciente y la cena reciente. Ahí también trabajaba todos los días porque esto ha pasado ya hace años. Aunque fuera de excursión yo dejaba la comida hecha y la excursión era de 2 a 7.

 

Lógicamente como muchas sabrán, también se trabajaba los sábados y los domingos y también se iba a sacar la cena, o sea, una vida totalmente muy distinta en todos los aspectos a las numerarias, no ya el trabajo que lógicamente mi trabajo es el mío y no tiene por qué hacérmelo nadie, pero sí la circunstancia, las condiciones el modo de vida y ahí me di cuenta que lo de la familia estaba en la planta del pie por no decir más bien que es mentira. Fue mi peor experiencia de toda la vida. El irme al centro de numerarias y ver clarísimamente que era una empleada más, no era una más de la casa ni de lejos. Era una empleada más. La verdad es que se me cayó la venda de los ojos y fueron meses muy malos y además había mucho trabajo porque la otra empleada se largó y se me multiplicaron las cosas. En la tertulia de la noche no era normal que las auxiliares estuvieran con las numerarias, entonces venía una numeraria a estar conmigo en el planchero de tertulia. Cuando vi aquello casi se me cae el alma a los pies y le dije que prefería irme a la cama y que se olvidara de que existía, que eso era ya lo único que me faltaba por ver.

 

A los pocos días una numeraria me llamó y me dijo que era una desagradecida porque era un querer del padre que estuviéramos en centros de numerarias para poder hacer apostolado con las personas que trabajaban allí y no sabía ver el alcance de las cosas. Sin palabras. Una época de terror. Sólo una numeraria se percató un poco de mi soledad, de cuánto trabajo tenía, que tenía que hacer el de dos personas. Solo descansaba de 4:30 a 6. A las 6 ya me tenía que ir al trabajo y está numeraria me dijo que pidiera ayuda que ella no podía hacer nada por mí pero que por favor pidiera ayuda y hablara. Noté que me lo decía con el corazón, era una gran mujer. Pero no podía intervenir...

 

¿Gran familia? Mejor sola ya  se ve. Quedarán cuatro monos para el circo.

 

Gracias y buenas tardes

 

Antonia









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