Numeraria auxiliar sirviendo un comedor de numerarios.- Tuces
Fecha Friday, 10 September 2021
Tema 077. Numerarias auxiliares


Leyendo a Jasonjonas compruebo una vez más como en el opus Dei te llenaban de culpa, te ponían la autoestima allá por el quinto subsuelo, haciendo sobre todo que tú misma no creyeras en ti.

Algo tan normal y natural como es la atracción entre un hombre y una mujer, independientemente de la clase social porque lo que nos atrae es la persona. Que te pasara esto, el sentirte atraída por una persona era motivo de pesar, de culpa, de la necesidad de sincerarse porque sabías, te lo decían que eso no estaba bien. Qué loco suena porque por otro lado nos decían que para ser divinos primero había que ser muy humanos.

Voy a contar algo relacionado con este tema del comedor que me sucedió. Al rotar de encargo fui al office y entre otras cosas me tocaba servir el comedor. Llevaba varios días haciéndolo y llego mi día de hacer la charla. En un acto de sinceridad salvaje conté de mi encargo y que me sorprendí dándome cuenta de que "echaba de menos a un numerario" que no lo veía en el comedor hacía unos días. No pasaba de eso. Yo quería poner más visión sobrenatural en ese momento de mi encargo, pero claro la que llevaba mi charla SIEMPRE VEÍA MÁS ALLÁ y empezaron las preguntas: ¿Cómo que le echas de menos? ¿lo conoces?, ¿sabes de donde es?, ¿su nombre? Y yo: no sé nada, solo que otra vez que serví el comedor lo veía y esta vez no y me encuentro pensando en él, tampoco era tan grave.

Total que a los días me llama la directora y me dice que me necesitan en otro encargo, que dejaba el office. Hasta ese momento yo no había unido mi sinceridad salvaje con el posterior cambio de encargo, además me gustaba mi otro trabajo así que fui sin rechistar.

En mi siguiente charla. La numeraria me pregunta cómo tomé el cambio de encargo. Dije que muy bien, me gustaba. También  me pregunta si seguía echando de menos al "numerario". Yo dije ¿queeeeee?, ¡¡ya ni me acordaba!!

Por un largo tiempo no volví al office ni pasaba a limpiar las habitaciones de la Residencia. ¿Qué pensarían las directoras, que dejaría una carta debajo de la almohada del numerario que ni conocía su nombre ni en qué habitación dormía? ¡Parece que me había vuelto muy peligrosa!, jaja. Cuando volví al office y entré a servir el comedor, veo que en la mesa que yo atendía estaba el "numerario". La que llevaba mi charla pensaba que yo sabía todo de él. Nada más lejos. Al final mi sinceridad salvaje solo sirvió para que cada vez que le cambiaba los platos le dijera, interiormente claro, ¡está guapo, Viva la Madre que te pario, lo que te he extrañado!, jaja... ¡Bendita Naturaleza!. ¿Seguirán dramatizando lo normal en la opus de hoy?...

Y supongo que a las numerarias les pasaría otro tanto con sus compañeros de estudios u otros numerarios que quizás conocían de antes. Somos mujeres de carne y hueso, no somos de madera ni angelitos volando, ya está bien con este rollo. No dramaticéis que la vida es muy sencilla y no todo es tan grave.

Ahora, fuera de la obra ¡me fui enterando de cada cosa! Cuanta hipocresía. Y resulta que a una le ponían la vara bien alta y terminaba una llena de escrúpulos tontos, sin llamar a las cosas por su nombre, dándole importancia a cosas que jamás le tendría que haber dedicado un segundo de mi tiempo.

¡Hasta pronto!.

Tuces.









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