Anécdotas sobre el Opus y la sexualidad.- Ortiz
Fecha Wednesday, 08 September 2021
Tema 010. Testimonios


 

Hola:

 

Os voy a contar mi breve experiencia con El Andamio (la Obra). Soy católica, apostólica y romana desde que nací, me confirmé con 26 años y recibí una educación religiosa tanto en mi casa como en el colegio. Conocí colegio de monjas y luego de curas, estudié la carrera en una privada gestionada por una conocida orden religiosa (no la Obra). Elegí los estudios de Psicología y allí me enseñaron a mirar la naturaleza humana desde otra óptica. Tengo una tía numeraria que vive en Barcelona y marchó de casa muy joven.

 

Con el Opus no he tenido mucha experiencia, pero sí me ha llamado la atención lo suficiente como para saber que no comulgo, ni con ellos, ni con muchos de los preceptos...



Esta se reduce a una relación de 4-5 meses con un chico (él en aquel entonces 37 y yo 30) cuya familia es más de la Obra que José María Escribá y Albás. Yo por mi parte he tenido una educación algo más liberal en muchos temas.

 

El caso es que entendí que para este chico era importante una serie de cuestiones, como llegar virgen al matrimonio. Pensé: bueno, si para él es importante, te toca respetar este punto porque toca sus valores. Así que eso hice a costa de joderme y pasar por el aro, por cariño.

 

Yo venía de una relación de 8 años con unos futuros suegros maravillosos, gente de un calado humano brutal y con unos valores alucinantes. Mi "suegro" había sido Jesuita más de 20 años, y ella a los sesenta y pico se puso a estudiar Teología. Era la mujer con más vida de fe que había visto en mi vida, siempre alegre, tremendamente aceptadora del otro y su realidad, super respetuosa con todo el mundo y sus circunstancias. Llegué a querer a mis futuros suegros tanto como a aquel novio que tuve. Me integraron en la familia, me acogieron... Fueron la familia que yo no he tenido. Nos daban confianza plena como pareja, cero intromisión y nuestro espacio para poder tener una relación de pareja normal. De hecho, la primera vez que comí en su casa, ya como pareja, al terminar el postre me dicen: Bueno, ahora si queréis, podéis ir un rato al cuarto (de mi novio). Aquello me extrañó profundamente, pues en mi casa, un novio (nunca había presentado a nadie) solo conocía el cuarto de estar un rato y ni siquiera me obligaban a que saludara.

 

Sobre este chico de El Andamio, al poco de comenzar a salir, 2-3 meses, me saca el tema de la paternidad y la maternidad. Él quería tener "familia numerosa a toda costa" porque así lo mandaba la Iglesia: Oh (fliping in colours). Las primeras veces traté de despejar balón a córner porque entendía no tocaba hablar de esas cuestiones porque era pronto, pero no había manera. Además, él tenía claro que sus hijos irían a un colegio de del Opus. Yo me vi sin derecho a replicar nada, ni a decidir sobre la educación de nuestros hipotéticos hijos y pensé para mí: "Parece que solo quiere una máquina reproductora". Traté de razonar con él que los hijos fruto del amor conyugal, y que eso es lo prioritario, y los hijos la consecuencia, y no tener muchos hijos. Que la Iglesia habla de estar abierto a la vida y de una paternidad responsable. Que si vienen, son un regalo del Padre, pero que si no vienen, lo primero es el amor entre los esposos. No había manera de que se bajara de El Andamio. Yo ya veía que me iba a tocar ceder en aspectos fundamentales que tocaban mis valores: sexualidad, uso de anticonceptivos, etc. No obstante, busqué consejos en gente de la Obra, numerarias en su mayoría. Veredicto: Tiene una empanada mental del quince y está completamente equivocado me dijeron todas. Además, parece inmaduro.

 

Este chico, en un momento dado, me plantea que por qué no me voy a confesar con el cura que le confesaba. Por supuesto de la Obra. Me negué en rotundo. Compartiríamos muchas cosas, pero confesor? No way del peluquín. Terminé acudiendo a hablar con este cura para que me diera pautas sobre cómo manejar a lo que yo percibía era el talibán de mi novio con todas estas cuestiones de paternidad, maternidad, etc. Ya en la primera conversación, zas, ladrillazo en toda la cara y centrarnos en un único tema: ¿Adivinan cuál? ¡Bingo! Mi vida afectiva. Conclusión: estaba en repecado mortal por no ser virgen, y por masturbarme! XDDDDD Horror!!!!

 

Salí de esa confesión muy revuelta. No obstante, tuve varias conversaciones más con este cura tan particular. En todas ellas me preguntaba de manera obsesiva e insidiosa por mi vida sexual hasta que un día me cansé: Mire Padre, mi vida sexual es mía y la comparto con quien quiero, desde el amor, el respeto, el cariño... Y de una manera ordenada y sin meterme en temas raros. Es lo más sagrado y lo más bonito que puedo tener con alguien, y no lo comparto con cualquiera y la vivo con naturalidad y apertura como para que ahora ande usted tratando de generarme traumas, o hacerme sentir culpable, por no decir, que por el camino seguro que he cometido pecados más gordos que masturbarme. No volví más a hablar con aquel sacerdote. Con el tiempo me enteré que con mi ahora exnovio e íntimo amigo había roto el secreto de confesión, pues a la vez confesaba a la arpía de su abuela, que lo tenía untado de pasta.

 

Viví una anécdota muy curiosa con una de las hermanas de este chico. Él un día me convidó a comer a su casa sin estar sus padres. Allá que fui. Venía de la relación anterior que os comentaba antes de plena confianza y respeto por parte de mis suegros. Comimos y todo tan normal. La anécdota vendría luego. Un día a la salida de misa, me aborda la hermana. Te voy a dar un consejo de amiga, me dice, cogiéndome el codo. Me he enterado estuviste el otro día comiendo en casa sin que mis padres estuvieran. Te recomiendo que no lo hagas. Ya sabes lo que dicen: La mujer del César, no solo debe ser honesta sino además, parecerlo". Me entró tal ataque de risa inicial que pensé me estaba vacilando. "¿Me está llamando fulana por haber comido con su hermano a solas en su casa?" Cuando me reí, ella muy seria me dijo: no te rías, te lo digo en serio. No daba crédito.

 

Hace poco he vuelto a tener otra anécdota curiosa con esta chica. Su hermano me convida a SU casa (la casa es de él, la ha comprado él; pero su familia dispone de la casa y su espacio a su antojo. Los padres viven en ella con él, la hermana entra cuando le da la gana porque tiene llaves, y ni siquiera habla con su hermano, va a la piscina, hace la compra en su despensa...). Me convida a la piscina. Como sé que están sus padres, lo mínimo es pasar a saludar a sus padres. Eso hago. Al rato de estar los 2 en la piscina, bajan tanto el padre como la hermana a darse un baño. Cuando se van, mi amigo empieza a reírse: Nunca bajan. El caso es que subimos de la piscina. Entramos en la casa, la hermana estaba haciendo como que trabajaba en el laptop en el salón. Mi amigo y yo íbamos hablando por el pasillo, riéndonos por algún tema y de repente, esta chica dice: Eh, recordad que estoy aquí (como diciendo, no se os ocurra follar ni hacer nada pecaminoso porque estoy en casa). Yo me quedo fría. Siguiente comentario: mi amigo me pregunta si me quiero duchar, le digo que si no le importa, se lo agradezco. Viene a explicarme cómo es el pomo y la cerradura y la hermana de nuevo, desde el salón suelta: No es necesario que le expliques cómo se cierra el pestillo, porque no vas a entrar. Ni que fueras a violarla. Ahí ya si me encabroné con esta chica.

 

El tiene 2 hermanas y ambas han sido numerarias, ambas han salido.

 

Ortiz







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