Opuslibros - De barrio.- Zartan

Hace un tiempo pensé en escribiros para pedir que no le peguéis mas (mejor dicho, que no le peguéis a él aunque podáis hacerlo con lo que dice) al numerario de barrio, que dejéis en paz a la criatura, al chiquillo, porque, tal vez, en un tiempo mas o menos largo o corto, nos lo encontremos aquí bajo un pseudónimo tipo exnumedebarrio o algo por el estilo. Luego los calores o los fríos, las vacaciones o el exceso de trabajo o simplemente eso de “después lo hago” me han hecho ir dejándolo hasta que ya no era el momento de pedir nada porque simplemente ha pasado la oportunidad, sus intervenciones ya están en el olvidadero.

Pero hoy he conversado con una querida amiga que me ha preguntado por un nume con el que conviví (ya difunto como muchos de mi ex-hermanos, problemas que tenemos los de la cuarta edad). Ella quería saber como era en realidad ya que, en su trabajo profesional, era un poco ogro pero no le cuadraba del todo esa calificación, la veía un poco forzada. Téngase en cuenta que él, en ese momento, era nume encumbrado que profesionalmente trataba a una nume que no terminaba de entender qué estaba haciendo al interior de una prelatura personal lo que producía que le chirriaran las neuronas, que se le kagularan las sinapsis.

El caso es que, la conversación con esta colega de naufragio, se ha sumado a lo que pensé al ver las intervenciones del numerario de barrio y me ha hecho pensar en el ser inauténtico, ese para el que el poder, tener y valer le hacen vivir una vida inauténtica y la mantiene así porque el perder esas tres cosas le abre un vacío a sus pies. Si dejo esto ¿qué va a ser de mi? Ahora tengo claro lo que creo que puedo, lo que aparentemente tengo y el valor que el resto de la combrícola me atribuye, esos que son mis hermanos y a los que me atan lazos mas fuertes que… un peo en un canasto. (Esto último lo escribo así para que no vayáis a pensar que soy un intelectual de esos que se toman un café de vez en cuando con Heidegger, para mi la expresión máxima de lazos que unen puede ser una cervecita con unas tapas o el que me manden el título de una película que es el rien va plus. El resto, simples elucubraciones mentales).

Volviendo. Que muchas veces las personas actúan por inercia, por no perder esos tres valores, pero en forma inconsciente y no culpable, porque piensan que esa es su auténtica forma de ser y en consecuencia, hacen proselitismo, defienden temas que son como la cuadratura del círculo y siguen obrando de esa manera hasta que, si tienen suerte y es a tiempo, se dan cuenta de que esa no es su auténtica forma de ser y pegan el salto al vacío perdiendo ese poder, tener y valer… para, después de un tiempo, descubrir que no está tan mal eso del rejalgar.

Por eso el numerario de barrio sigue posteando sus loas a la vida numeraril, haciendo gala de su entusiasmo, de la alegría que llena toda su vida y de lo normal que es el clima de un centro (ojo que puede ser real, que él no sea un ser inauténtico, no lo condenemos por las apariencias, que realmente puede ser lo suyo). Por eso el nume del que hablaba con la naufraga, tenía que mostrarse con un carácter frio, casi de oso marsicano, hosco y más todavía si quien tenía enfrente era una chica lista, entusiasta y de no mal ver que se está preguntando qué gaitas hago yo en un sitio como este: hay que mantener la coraza externa, las apariencias, hay que seguir apegado al poder, tener y valer que son la razón de mi vida, lo que la publicidad o el buen espíritu dictan como real. A veces el tiempo hace dejar esa existencia inauténtica, otras se acaba antes y deja la duda, otras -las mas tristes- llevan a soluciones tipo Danilo Eterovic, Camilo Lucena,… el ser inauténtico mata al real, o el real no ve otra salida que las vías de un tren.

¡Jopelins que me ha quedado triste todo esto! La culpa deben tenerla los mandriles de mi selva que me andan quitando el tiempo y el sueño agriándome el caracter. Mandriles de un lado y del opuesto. Creo que vosotros usáis la palabra talibanes para lo que yo llamo mandriles, problemas semánticos. Pero como decía el poeta “la verdad nunca es triste, lo que no tiene es remedio”.

Que se os quiere, que disfrutéis de vacaciones o de trabajo (que con los tiempos que corren es bueno tenerlo), de frío o de calor que las dos sensaciones son señal de que estáis vivos y que os mando un fuerte abrazo desde mi selva donde estoy seguro de que los mandriles no prevalecerán y que al final, se irán a tomar pol saco como decía el ínclito Satur.

Zartan