Hola Ekard,

Lo recuerdo en textos recogidos de tertulias y “oficializados” –es decir, en negrita, cursiva leídos en muchas ocasiones en los libros de Meditaciones de las mañanas y no siempre es la misma cita. Varía entre “quien cumpla las normas y sea sincero” y simplemente “quien cumpla las normas”. Otras veces es “le garantizo la fidelidad” o “la santidad” e, incluso, “el Cielo eterno”.

Todo ello traduce el mensaje inequívoco en el que está unida la fidelidad a la vocación tal cual es –unidad, obediencia absoluta y lucha voluntarista por cumplir a rajatabla el plan de vida, con la salvación eterna.

Por más que oficialmente se diga lo contrario: que es un plan adaptable como un guante, flexible e “intencional”. Encontramos pistas de rigidez oficiosa pero real aquí.

Una de las cosas más frecuentes que he encontrado en exmiembros con los que he coincidido es que o no han vuelto a hacer todas o casi todas las normas, o bien han decidido que harán algunas cómo y cuando quieran (es decir, dejarán de ser normas).

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