La culpa del trabajo de las nax no la tienen los numerarios.- Tuces
Fecha Friday, 06 August 2021
Tema 077. Numerarias auxiliares


Hola Mediterráneo,

Por suerte no hay mucho que pensar al planteo que haces sobre que donde nos gustaba mas trabajar, si con la sección de varones o de mujeres... Yo hablo por mí. En mis veinte años en el opus Dei, siempre trabajé en centros de varones desde que pedí la admisión a los 14 años y medio.

A los pocos meses fuimos tres numerarias auxiliares a atender y a vivir allí, para mí fue mi primera experiencia en una administración de varones. Yo los vi siempre a los de la residencia como mis hermanos, eso me inculcaron y también de ser madres y de que de nosotras dependía el ambiente de familia y yo, poco a poco, me lo fui creyendo. Recuerdo que hacía las tortas de cumpleaños y decoraba el comedor para ese día y también los sábados. Ahora lo pienso y veo que quizás hasta la decoración de una torta era un poco infantil. Al director en su cumpleaños le hice "un Fuerte"  con indiesitos incluidos; a otro una camisa con una corbata porque a mi me parecía un señor elegante y cuando vio su torta se habría querido esconder… Y así con todos, de futbol, golf, etc, y yo lo disfrutaba muchísimo.  Luego el director pasaban las semanas y seguía agradeciendo lo que habíamos hecho en los distintos cumpleaños. Pienso que yo sin querer los hacía volver también a ellos a la niñez.

De ese primer centro quedó en mi memoria cuando la directora de nuestro centro sustituía a la administradora. Legaba y nos decía ¡nos vamos de excursión!, avisaba a la residencia que le dejábamos la comida y nos retirábamos hasta bien entrada la tarde. Cuando volvíamos, ellos habían lavado los platos del almuerzo y la merienda y el comedor y la cocina limpios. Pensaba que eso era lo normal porque ese plan lo hacíamos seguidos y siempre a nuestro regreso encontrábamos todo ordenado. A la Misa asistíamos con ellos, nosotras en el ante oratorio y todas las mañanas nos encontrábamos con las luces encendidas, las tres sillas y un reclinatorio que usábamos para comulgar creo que teníamos almohadones para arrodillarnos. En fin detalles que tenían con nosotras y así fui dejando mi nidito donde me afiancé y llegar al centro de estudios donde mi disponibilidad y ganas de volar estaban, si no era en primer lugar, era en segundo. Terminé el centro de estudios contenta de compartir con otras nax tantas cosas nuevas para nosotras y volví a mi nidito, me sentía mayor con tantos conocimientos.

Ya empezaba a darme cuenta que los centros grandes hay muchoooo trabajo y al poco tiempo volé a Roma. Muchas me dicen que no doy el perfil para Roma aunque no sé, a los ponchasos, ¡pero duré diez años!.

Dije que no trabajé en centros de mujeres pero me tocaron una que otra administradora que se las traían. Una china que en Semana Santa se le ocurrió sardinas frescas para ¡más de doscientas personas! Pues ahí estuve varias horas con la china, cual cirujano, abriendo y sacando el mínimo esqueletito de una cantidad de sardinas, ni les cuento cómo nos quedaron las manos. ¿A quién se le ocurrió aceptar semejante menú? Y a la que protestaba, la china le decía, ¡No Quelel Tlabajal! Luego no digan que la culpa la tienen los Numerarios porque doy fe que ellos no confeccionaban los menús, no organizaban las limpiezas ni sugerían los encargos.

Antes de terminar quisiera aclarar algo. Si bien en cada encargo había mucho trabajo, la que estaba en la cocina, llegaba el día y tenía su ropa limpia y la que estaba en el lavadero tenía la comida a horario y mientras limpiaba una zona, otras le limpiaban la habitación. Así como digo una cosa, también digo otra, y que mi descontento por llamarlo de algún modo, no fue nunca con las personas sino con el sistema impuesto desde arriba. En fin Mediterráneo, ¡me fui por las ramas!

Saludos y hasta pronto.

Tuces









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