La retrospectiva lo cambia todo. Lo que pensaba de lo que estaba haciendo al salirme del opus dei es muy distinto de lo que pienso ahora. Antes: culpa. Ahora: gratitud. Así que gracias. Estoy agradecido con muchas personas que conocí y conviví en la obra, y agradecido con la obra en varias dimensiones. Al mismo tiempo estoy resentido. El paso por la obra deja marcas imborrables, siendo la desvinculación una de las peores. Un proceso que deja heridas, culpa, abandonado, desconocimiento y olvido. Opuslibros es una comunidad de ayuda que en mi opinión le hace bien a la iglesia, a la obra, a sus miembros y a los exmiembros… .
La difusión de malas prácticas sea de la institución que sea, es sana. De ahí también gracias a opuslibros, a sus promotores y colaboradores. Gracias por esta comunidad. Leer opuslibros ha sido terapéutico al igual que escribir estas líneas.
Más allá de terapia, los motivos de escribir esta primera vez fueron las declaraciones corporativas de asombro y las manifestaciones de tristeza ante denuncias, con solicitudes de perdón vacías. Es un patrón. Y hay que decir que no es el comportamiento que se espera de una institución de la iglesia. En vez de aprovechar para ser transparentes, pedir perdón de verdad, y reinventarse según el siglo xxi, los estrategas comunicacionales del aop siguen con el empeño de mantener a toda costa el intocable culto al espíritu fundacional de la obra y del fundador, con una estrategia comunicacional que les va a pasar por encima.
He aprendido mucho leyendo las entradas de opuslibros, y ahora estoy más atento a mi entorno. En particular, de los abusos sistemáticos que abundan por doquier en diversas instituciones de diversos sectores: ahora soy más reflexivo acerca de mi actuación y la de otros en el mundo. Opuslibros también me ha ayudado a apreciar la estética de la denuncia, y más por los que no tienen poder para posicionar sus ideas, opiniones y pareceres. Permitir la denuncia, encausarla y enfrentarla es el canal que les queda a las instituciones para recuperar la credibilidad. La defensa sin rectificación es … díganlo ustedes.
Supe de la existencia de esta web desde que inició. Fue como 10 años antes de desvincularme de la obra. Nunca tuve curiosidad de asomarme a opuslibros. Incluso, pasados 5 años después de haberme ido de la obra; fue por casualidad que llegué a hacer clic en un enlace de opuslibros. Recuerdo que llegué a Satur (y me reí a carcajadas; la mejor terapia), y de ahí a la sección principal de textos fundamentales, siendo para mí el más significativo el realizado por Oráculo, titulado La Libertad de las conciencias en el Opus Dei, y dedicado a todos los fieles de la prelatura. También opuslibros me ha hecho enterar de otras cosas que no me di cuenta cuando estaba institucionalizado, incluso años después de irme. Realizar lo que significa ser cooperador orgánico, y caer en la cuenta de que no fuiste de la prelatura; y de que fuiste usado para usar a otros en agendas personales y/o corporativas cuando se suponía que la voluntad de Dios viene por medio de los directores con gracia de estado, o mejor dicho con “licencia divina” para violar la intimidad y la conciencia.
Recuerdo haber leído el aviso que envió el consejo general que instruía a los miembros sobre cómo juzgar a opuslibros y por si alguien preguntaba: una iniciativa de gente ex de casa resentidos. Y ahora que lo pienso, creo que, sin rencor de nada, uno queda resentido, y no en el sentido peyorativo que transmitió ese aviso. El resentimiento tiene su propia estética y opuslibros lo embellece, enaltece y posiciona. Aunque ese aviso decía algo así como que son personas que dicen querer ayudar, y que de esa forma no se ayuda, debo replicar escribiendo aquí que ese aviso se equivocaba.
La obra deja un hueco en el proceso de desvinculación de sus miembros y en la reconstrucción de la vida, y opuslibros es un medio humano, una comunidad de ayuda que, entre otros objetivos informativos, busca dar un impulso a las personas que han quedado afectadas. Mientras sigan con el victimismo de la persecución de los buenos no se darán un espacio de verdadera revisión. No creo que la solución sea que la obra ayude en el proceso de reinvención de la vida de los que se van. Por lo menos la parte emocional y afectiva es mejor no quedar bajo el influjo de supervisión de nadie institucionalizado. Pero si que puede ayudar facilitando la libertad de una forma verdadera y no desigual. Por lo menos la parte material. Para lograr eso habría que reinventar la obra, y su régimen de vida “familiar”; pero las trabas fundacionales, y la maldición del primer sucesor pesa sobre cualquier intento de sostenibilidad. Pero en la obra están malinterpretando qué es opuslibros.
Los que se han ido ya nos le importa la obra, porque ni creen en ella, ni están pensando regresar. Lo que les importa es la iglesia y las personas, y que no se comentan abusos. La obra le debe importar a los que siguen. Así que esta comunidad no puede ser visto como una ataque. La obra no tiene ninguna medicina en su farmacopea para los que se van de la institución; tampoco para los que se quedan tratando de enmendar y rectificar lo que no se puede justificar con ninguna estrategia comunicacional del aop corporativo. No puede tenerlas por diseño. Quizá pueda venirles un tratamiento de forma exógena si no lo hacen ellos mismo. Opuslibros es una medicina que los puede ayudar. Yo diría que como un colirio para la farmacopea. Esa que decía José María que había en casa, y que quizá le falten algunos remedios. Opuslibros me ha ayudado a calibrar mejor mi personal proceso de desinstitucionalización, hasta poder decir con tranquilidad: gracias a Dios me fui, y darles mis mejores deseos a los que siguen dentro. Pax.
Fantasioso1
