Cada escrito confirma que la mejor decisión que pude tomar fue abandonar el Opus Dei. Leyendo sobre las nax y los abusos cometidos, me viene a la cabeza tantos recuerdos. Una de las cosas que considero mas graves es la irresponsabilidad de las directoras al tocar temas relacionados al desarrollo profesional, ocupación y manutención.

Mi experiencia fue terrible y sufri las consecuencias de no haber tenido una posición más fuerte en el momento...

Me gradué en la universidad y conseguí un buen empleo en una muy buena empresa, con oportunidad de crecimiento profesional y hacer carrera. Al trascurrir un ano podía solicitar las vacaciones que me correspondían de acuerdo con mi contratación. Llegado el verano la directora me dice que debo ir a hacer unos cursos en el centro de estudios y me indica la duración de estos, esta duración excedía el numero de días de vacaciones que me correspondían, lo cual explique y a lo cual me respondieron que solicitara un permiso adicional para poder completar los cursos en el centro de estudios. La empresa, en la cual era nueva, me contestaron que no era posible, lo cual entendí completamente, ustedes imaginen que a cada empleado deban hacerle un plan especial dependiendo de sus necesidades.

Volví a conversar con la directora y la respuesta fue renuncia, debes hacer el curso. Primer error, nunca debí aceptar eso, ese era el momento de reaccionar y empezar a darme cuenta de que algo no estaba bien, darme cuenta de la cantidad de contradicciones que existen dentro de la obra. Santificarse a través del trabajo ordinario en medio del mundo, ¿por qué entonces pedirme que dejara una gran oportunidad de santificarme en mi profesión? Pero confié en lo que me pedían las directoras y en que debía obedecer, todavía lo hacia ciegamente. Para el verano había renunciado, estaba en el centro de estudios por dos meses formándome y obedeciendo. No puedo negar que tenia mucha paz y en ese momento no tuve la capacidad de visualizar ni imaginar lo que eso impactaría en el futuro.

Terminado los dos meses de formación, comienza mi búsqueda de trabajo nuevamente, necesitaba generar ingresos para mi manutención y la del centro donde vivía. Conseguí nuevamente un empleo, al transcurrir un año la misma historia, debes formarte obedecí y repetí la historia, renuncié nuevamente. Con la diferencia en que al finalizar los dos meses de formación me ofrecieron un trabajo interno, a lo cual nuevamente obedecí y acepté.

A los pocos meses de estar en el trabajo interno, me plantean mudarme a otro estado (provincia) muy lejos de la ciudad donde vivía, nuevamente obedecí sin imaginar que lo peor vendría. Me mudé a otra ciudad con mucha ilusión y muchas ganas de hacer apostolado, pero en esta ciudad donde éramos vi otra cara de la obra.

Pude ser testigo de la falta de caridad mas elemental, de las preferencias y privilegios para algunas, de lo poco que importas y de la cantidad de mentiras y excusas que se inventan. Esta es la primera parte de mi relato, continuare con la Parte 2 y 3 de ser necesario, si puede ayudar a que las personas que todavía están adentro no cometan los errores que cometí respecto a la profesión y puedan hacer planteamientos responsables a la hora de que se le exija este tipo de acciones, estaré tranquila. Mi objetivo no es destruir con críticas a pesar del daño causado, Dios es el juez.

Increíble