Numerarias Auxiliares.- JuanchoR
Fecha Friday, 14 May 2021
Tema 077. Numerarias auxiliares


Una cosa que aprendí en casa de mis padres fue a fregar platos, cocinar y planchar. Cuando nos decían en el centro que lo más importante del mismo eran las numerarias auxiliares yo sabía perfectamente a qué se referían. Aunque el que me lo dijera en realidad no tuviera ni idea, y estuviera repitiendo una consigna como un papagayo. Yo creía que en una sociedad moderna como la nuestra todo el mundo sabía de tareas domésticas, tristemente con el tiempo me he dado cuenta de que no es así y que sigue habiendo señoritos.

En el centro en el que yo pité había un ambiente fenomenal. El director técnico del club era un santo varón que actualmente el señor tendrá en su gloria. Y cuando acabábamos los planes en el club cogíamos escobas y fregonas -él, el primero- y lo dejábamos todo como los chorros del oro. Y nos repetía a los jóvenes: "que cuando entre la administración solo tenga que dar un repaso para cerciorarse de que las cosas estén bien". Se ve que este hombre era de mi misma escuela.

Esta ha sido una consigna que yo he tenido presente allá por los centros en los que he estado.

Una de las razones fundamentales de mi fidelidad era el testimonio de las numerarias auxiliares.

Hace unos años se emprendieron algunas campañas económicas entre los miembros agregados de la obra. Se ve que la cosa estaba estrecha y que estos mismos socios no parecían aportar demasiado. Yo estuve en una de esas tertulias con el administrador de la delegación pues pertenecía al consejo local del centro en el que tuvo lugar.

Este comentó que había que afrontar una serie de gastos relacionados con reformas en el centro de estudios, y el argumento para tocar la fibra fue precisamente relatar las circunstancias en que vivían las numerarias auxiliares (habitaciones estrechas, etc.). A mí me sorprendió mucho que a esas alturas de la película (es decir, que no eran los comienzos ni estábamos en guerra sino que nos referimos a uno de los centros de estudios de una de las ciudades principales de España) las cosas estuvieran así. Es decir, que las numerarias auxiliares se habían convertido en el último peldaño, cuando se supone que debían de ser el primero.

Pero el colmo, y una de las razones de conciencia que finalmente me movieron para irme, fue enterarme de que dichas reformas en realidad no tenían como finalidad a las numerarias auxiliares, sino que el centro de estudios se acabó convirtiendo en un colegio mayor abierto al público, y parece ser que para contratar a chicas externas para el servicio, las instalaciones de las numerarias auxiliares no eran decentes. 

Cuando se toca lo más sagrado no hay medias tintas. Y al igual que nunca admitiría una injuria contra nuestra Madre la Virgen, jamás perdonaré a los culpables que jugaron con la administración. Y si yo he sido culpable en algo aunque fuera por ingenuo, no me lo perdonaré.

Yo que me tenía por una persona informada, conocedor de los entresijos de la obra (gracias en parte a esta página, aunque no sólo), y que no acababa de irme por razones de la labor que ya expuse en otros escritos, me di cuenta de que todavía había un rinconcito de ingenuidad que en realidad era un océano. Es como si se hubiera profanado un sagrario.

Juancho









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