Por favor, a quien escribió (entre otras cosas) -y no era para publicar- “¿Cómo perdonar a los sacerdotes, que escuchaban a una niña de 15, 16, 17, 18, 19 años llorar, diciendo que esto no era lo suyo, pero tenía miedo de marcharse y condenar su vida para siempre?”, hemos intentado responderte pero tu dirección de correo no admite nuevos mensajes, o eso dice Gmail. ¿Tendrías otra?