Queridos amigos,

En 2.000 años de Historia, pocas instituciones de la Iglesia han sufrido más que los Legionarios de Cristo. Creo que no exagero si pienso que es el caso más fuerte que ha ocurrido nunca, con escándalo sexual, económico y de poder de por medio. Pues bien, a 10 años de que Benedicto XVI los interviniera, los Legionarios que aún quedan están siendo un ejemplo de buen hacer para muchísimas cosas.

Amanecimos hoy con la noticia de que murió en Madrid un sacerdote ex-Legionario. Triste, sí, una pena, pero eso no debería ser noticia. Sin embargo, lo que llama la atención aquí es que es la propia Orden la que emite un comunicado dándolo a conocer. Y no sólo eso, sino que glosa su vida y hace un alabanza de la misma. Vamos, un homenaje en toda regla.

¿Os imagináis que eso mismo ocurriera en el Opus Dei? Abrir un día Romana y encontrar recuerdos y buenas palabras hacia ex-miembros que dejaron sus mejores años en sacar la Obra adelante. Algo así como:

- "Falleció Agustina López de los Mozos, ex-numeraria, quien dedicó su vida a dar a conocer las prácticas erróneas al interior de la Obra, contribuyendo decisivamente a corregirlas".

- "Falleció Satur, ex-numerario, quien tras más de 30 años en puestos de responsabilidad en entidades educativas ligadas al Opus Dei, a su salida de la Prelatura fue capaz de exponer sus recuerdos con alegría en medio de tanto dolor interior".

- "Falleció Miguel Fisac, ex-numerario, creador de la primera portada de Camino, colaborador de San Josemaría en los primeros tiempos, con quien cruzó los Pirineos durante la Guerra Civil".

- "Falleció D. Antonio Petit, sacerdote diocesano, quien sirvió durante más de 30 años como sacerdote de la Prelatura en varias ciudades de España, en distintos cargos pastorales. Estaba incardinado en Barcelona".

- "Falleció Miguel GF, ex-numerario, quien puso en juego su honra personal para denunciar los abusos sexuales cometidos por D. Manuel Cociña, sacerdote de la Prelatura, contribuyendo a visibilizar que esas conductas también han sucedido al interior de la Obra".

- "Falleció Antonio Pérez-Tenessa, ex-sacerdote numerario, Consejero Permanente del Estado. Fue Secretario General del Opus Dei y Consiliario de esta institución en España, contribuyendo decisivamente a su expansión en ese país".

¿No sería magnífico ver ese reconocimiento final para tantos miles de ex-miembros, a quienes no importó el frío o el calor para sacar el Opus Dei adelante? Personas normales y corrientes que se movieron por amor a Dios, y que luego vieron que el Señor les llamaba a otro camino. No fueron enemigos de la Obra, simplemente sintieron en conciencia que otro era su lugar.

Dicen que Dios no se deja ganar nunca en generosidad, que siempre reconoce los méritos de cada uno. Pero hasta el momento, quienes se abrogan el título de ser obra suya aún no actúan así. Probablemente necesiten que les intervengan para cambiar. Sería bueno entonces recordarles unas palabras que dirigió no hace mucho el papa Francisco precisamente a los Legionarios, llamándolos a la renovación interior:

"Los comportamientos delictuosos de su fundador produjeron en todo el Regnum Christi una fuerte crisis institucional e individual. Su gobierno personalizado había contaminado el carisma que el Espíritu dio originalmente a la Iglesia, y esto se reflejaba en las normas, así como en la práctica del gobierno y en la forma de vida (...). Ante el descubrimiento de esta situación, la Iglesia no ha faltado a su solicitud materna por diversos medios (...). Pero el cambio de mentalidad en los individuos y en una institución requiere mucho tiempo de asimilación, es una conversión continua".

Esperemos a ver qué pasa. Ojalá los nuevos tiempos que pregona Ocáriz avancen también en ese reconocimiento. Ya lo dice el refrán: es de bien nacidos ser agradecidos.

Guillermez