la evolución del supernumerario en 100 años.- Misita
Fecha Monday, 01 February 2021
Tema 078. Supernumerarios_as


Muchos aquí han reflejado el fanatismo Opus Dei de sus padres supernumerarios y la nefasta influencia que ha tenido en sus hijos. Creo que los hijos actuales están mucho más felices que aquéllos (hablo en general porque aún hay casos particulares de fanatismo que tela, tela) pues ha habido una evolución interesante en los sn:

1- Los primerísimos. Están todos muertos. Gente recia, piadosa, de fuertes principios, fieles seguidores del Opus Dei y de su fundador. Gente con la que se puede contar y contribuye con dinero (mucho) y esfuerzo (mucho) a crear obras corporativas, universidades, etc. Gente que refleja en su casa, en todos los detalles de vida, el espíritu OD. Para ellos lo primero es OD, por encima de su cónyuge e hijos. Fanatismo en estado puro. Actualmente en procesos beatificacionales y demás.

2- Muy seguidos a estos están los que actualmente tienen entre 80 y 90 años. Se están muriendo ahora (y yo no veo a los hijos/nietos sufragando caprichitos). Supusieron la gran cantera de OD. Gente potente económica y laboralmente. Gente entusiasta, buena y sincera. Pelín fanática. Afianzaron la labor llevando a sus hijos a todo lo que supusiera Opus Dei. Tuvieron familias muy numerosas (el que menos, cuatro o cinco hijos). Los hijos se mueven exclusivamente en colegios y clubes (no van a ningún sitio que no sea OD, pero nada es nada, ni a una clase de ballet o cursillo de ajedrez o natación). Pitan muchos. Pero muchos. Estamos hablando de la juventud de los 70 y 80 en España. El OD sube como la espuma. Son jóvenes con estudios, preparados, que mantienen elevado el tono humano. Algunos siguen, pero, amigos, tantos pitaron que la mayoría despitaron, con dolor, amargura y tristeza. Y de este barro vienen estos lodos y una de las raíces del problema actual:

3- Nos situamos en estos despitados (que no son ni dos ni tres, sino legión). Ahora superan los 50 años y están enterrando a sus padres supernumerarios. Salieron de OD y tienen buenos trabajos, familias e hijos. Sus ancianos y consternados padres ven cómo los nietos no frecuentan para nada clubes ni similares. Si son católicos, los padres despitados los llevan a movimientos alternativos a OD (porque sí, hay otras movidas maravillosas en la Iglesia Católica y, ostras, pues también se toman en serio la Fe, la Doctrina, el Papa, pero ¿no eran pelín herejes?).

4- Y he aquí a los nietos de aquellos primerísimos: una juventud en el siglo XXI que ya no están condicionados por la educación opus de su casa, ni dirigidos por sus padres porque ningún padre actual suspira porque su retoño pite de numerario. La influencia del OD en el hogar actual es inexistente. Y si alguna hubiera o hubiese, el joven del s. XXI planta cara y se larga por otros fueros. Actualmente, un supernumerario pita por varios motivos:

- Los que creen de verdad que se santificarán en este camino.
- Los débiles que se han visto presionados y no han sabido decir que no.
- Y la mayor por interés social/económico/laboral(vulgarmente se dice medrar). Van al círculo, al retiro y lo que toque. Se inventan el plan de vida y no hacen tooooooda la lista de normas ni de coña. Digamos que son mucho más relajados que sus padres y abuelos. Pero mucho más. Las charlas se las inventan, y hala, nos vemos dentro de quince días. Pasan de tomarse en serio las múltiples manías y tonterías que se inventan algunos para alcanzar la santidad. Pero ponen cara entusiasta, y a otra cosa. Sus hijos sólo van por clubs de bien pequeñitos (si es que van) pero cuando llegan a la edad “interesante” se largan, animados por sus padres, y frecuentan los sitios cristianos alternativos. Vamos, que tienen una doble vida, uffff.

Ahora mismo el Opus Dei no tiene relevo generacional ni juventud que tratar. Ésta prefiere frecuentar otros ambientes cristianos mixtos más alegres y naturales donde pueden cantar (tío, relájate que no pasa nada por tocar la guitarra en misa), donde les dan una buena formación y nadie les va a engañar ni a manipular inventando historias como “he visto que tienes una vocación como un templo”. Ésta no es una generación tan dócil como sus padres y abuelos y han tenido acceso a mucha más información que sus antiguos. Saben lo que hay y pasan de pamemas. Ha sido lento, muy lento, pero el Opus Dei está ahora recogiendo los frutos. En fin, “tú lo quisiste, fraile mostén, tú lo quisiste, tú te lo ten”.

Misita









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