Tu tiempo en el Opus no es tiempo perdido.- Antonio Moya Somolinos
Fecha Wednesday, 11 November 2020
Tema 010. Testimonios


No te conozco personalmente, y muchas cosas te podría decir en este momento duro de tu vida en el que estás confuso al ver que aquello en lo que te ilusionaste no es lo que creías. Intentaré ser breve.

Lo primero: Fíate solo del Señor. Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

No te digo que no confíes en nadie más, porque probablemente, además del Señor, habrá alguien que te quiera, pero en el peor de los casos, al menos sabes que el Señor nunca te deja solo. El Señor no practica el descarte...



Otra idea: Tu tiempo en el Opus no es tiempo perdido. No porque el Opus Dei sea maravilloso, sino porque Dios es providente y te cuida de tal manera que aún lo peor de tu vida es algo de lo que el Señor puede sacar buen partido para ti, ya que por encima de todo lo que te pase, Dios te quiere incondicionalmente.

Otra idea: Es muy difícil desembarazarse de todas las mentiras que se nos han colado hasta las entrañas. Es muy difícil desembarazarse de nuestra historia particular. Es más, no hay por qué liberarse. Nuestra vida, para bien o para mal, es nuestra. Lo importante no es hacer borrón y cuenta nueva, sino ser buscadores de la verdad y llegar a entender nuestra propia vida e integrar lo anterior y lo de ahora, sin complejos y sin miedos, sin dejarse llevar de presunciones gratuitas de santidad, de veracidad, de bondad, de sabiduría. Aunque nos hayan intentado lavar el cerebro durante decenios (yo estuve en el Opus 42 años), la verdad termina imponiéndose si hay una sincera apertura a la verdad y si por encima de todo buscas a Cristo.

Otra idea: Hay que buscar la verdad por encima de la seguridad. Los directores nos reclamaban siempre unidad, unidad y unidad. Pero era una unidad unidireccional cuando debería serlo en doble dirección. La unidad del prelado- presidente general con los del Opus Dei se resumiría en una sola palabra: Veracidad, no mentir. Y el prelado- presidente general nunca dijo ni dice la verdad a sus “súbditos”. Esta es la expresión más palpable de infidelidad, de deslealtad, de falta de unidad por parte de él.

Conclusión: “El Padre” no es bueno por ser “El Padre”. Sería bueno si actuara bien, si no mintiera. La presunción de la bondad y de la santidad del líder es lo propio de las sectas. “Nadie es bueno sino solo Dios”, le respondió Jesús al joven rico. Los demás nos lo tenemos que ganar. El caso de Marcial Maciel nos debería abrir los ojos.

Otra conclusión. Si sigues sinceramente a Cristo, el bueno eres tú, con independencia de lo que te digan los directores. La conciencia es la norma próxima de moralidad, no lo que os digan los directores.

Ni tu vida ni la de quienes dejaron el Opus con una mano delante y otra atrás después de muchos años de engaño es una vida perdida o frustrada. Mientras sigues vivo, Dios espera algo de ti y te sigue queriendo. Y espera que seas feliz en esta vida como camino para serlo tras esta vida. Tu tiempo en el Opus no es tiempo perdido; intégralo en tu vida de ahora, todavía puedes ser feliz. Es más, “tienes que ser feliz”.

Acude a un psicólogo. No a un psiquiatra, sino a un psicólogo que te ayude a tomar las riendas de tu vida. Ni tú ni nadie es una máquina que se repara tomando pastillas.

Acude a tu parroquia. Te quedarás alucinado de lo maravillosos que son tantos sacerdotes de parroquia y tantos miembros de tu comunidad parroquial. Nuestra fe se enriquece viviéndola en comunidad.

No dejes de hacer oración. Te recomiendo que si te entra sueño durante la oración no pongas el más mínimo esfuerzo por luchar contra el sueño, sino que disfrutes durmiéndote aposta en los brazos del Señor. Esto hace que, además de terminar tu oración con optimismo, la termines físicamente en forma tras un sueño reparador que Dios te regala.

Consejo de un dominico: La verdadera pobreza de espíritu consiste en tener solo dos cosas: Primera: El presente que Dios te regala ahora. Segunda: Una ilimitada confianza en el Corazón de Jesús.

Ah, y otra cosa: El Opus Dei no es una prelatura y la jurisdicción del prelado de la prelatura de la Santa Cruz sobre los laicos del Opus Dei es solo de fuero externo y limitado a los fines de la prelatura. O sea, prácticamente casi nada, sobre todo teniendo en cuenta que un contrato no puede afectar a aspectos de conciencia pues sería nulo.

No me resisto a comentarte otra cosa: Para ir al Cielo me imagino que tendrás claro que no es preciso cumplir las normas, sino morir en Cristo, o lo que es lo mismo, morir en un acto de amor a Él (y por tanto, al prójimo). Ni que decir tiene que entra dentro de lo posible cumplir un plan de vida y simultáneamente no vivir la caridad. Eso es exactamente lo que reprochaba el Señor a los fariseos y a los doctores de la ley. En 21 siglos no han cambiado mucho las cosas…

Ahora sí que termino. Mi recomendación es simplemente que seas cristiano.

Un abrazo sincero.

Antonio Moya Somolinos.







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=26450