Padres supernumerarios.- Ana B.
Fecha Monday, 21 July 2003
Tema 080. Familias del Opus Dei


PADRES SUPERNUMERARIOS

por Ana B., México, recibido el 21-7-2003

Quiero contar un poco sobre mi vida y mi experiencia de padres supernumerarios.

Antes que nada, solo tengo que dar gracias a mis padres por todo lo que hicieron por mi. Si se les pasó la mano y fueron muy exigentes, sé que lo hicieron por nuestro bien aunque bajo presión. Y que gracias a ellos ahora soy una mujer de bien.

Mis papas son supernumerarios y desde chicos fuimos a escuelas, clubs, etc de la Obra.

Mis papas tienen una cabaña de descanso cerca de la Cd. Desde que me acuerdo, todos los fines de semana, sin falta nos ibamos a DESCANSAR!. No recuerdo un solo dia en el que ellos no salieran a caminar, junto con nosotros por supuesto, (4 hermanos) a rezar el rosario. Todo el dia rezaban, leían Camino, Surco, Forja, Hablar con Dios... Pero nada de hablar con los hijos, ni jugar con ellos. No puedo decir NUNCA porque sí teníamos momentos familiares, pero no como los que tiene cualquiera famila, o no como lo anhelabamos nosotros.

Al principio no lo sentiamos tanto, era muy divertido, pues eramos chamacos y jugábamos, pero con el tiempo se volvió aburrido. No salíamos más que a comer al pueblo. No nos dejaban ni jugar con los vecinos. Nunca fuimos al lago, ni a bailar, no saliamos solos, solo DESCANSAR! Este lugar es muy conocido y va mucha gente joven, pero nosotros siempre con nuestros papas.

No tenían amigos, nadie nos visitaba, ni la familia. Mi mamá nunca hizo comidas familiares. Ni en la ciudad ni en las casa de campo. Yo no podia usar pantalón, más que en vacaciones y cuando andaba en bici. Nos volvimos antisociales, cosa que para 2 adolescentes y dos niños era muy duro.

Mis papás nunca nos insistieron para ser parte de la Obra, al contario yo tuve problemas con mi mamá pues yo queria ir al centro y retiros (influenciada por una numeraria), y mi mamá como que no le parecia. Ahora sé, que no quería que sufriera las presiones, que sufrí por parte de la numeraria que trato de jalarme. Pero a la vez vivíamos bajo la sombra de la Obra.

Nuestros papás no eran cariñosos, nunca nos demostraron su carino, y sé que tienen mucho.

Leyendo un correo en esta web tuve un flashback, y recordé que cuando eramos niños, en Navidad mi papá nos pedía que hiciéramos sacrificios por la intención especial... y que cada sacrificio lo avanzáramos con una ovejita del nacimiento, hasta llegar al niño Dios. Nosotros ni idea teniámos de qué era eso de la intencion especial.

Cada semana hablaba a la casa un numerario muy amigo de mis papas. A mi me encantaba contestar el telefono, pero cuando era él no soportaba su plática, me preguntaba que cuándo iba a "pitar", me decía que a qué esperaba para ser parte de la Obra, que no fuera sorda al llamado de Dios, bla bla bla. Al principio me hacia mucho daño, no podia soportar a ese señor. Y cada vez que me hablaba, le decía que me iba a hacer Carmelita, que por favor no me molestara. Siempre nos invitaba a cenar, yo nunca acepté. Llegue a ser muy seca con él, no podia evitar sentir rabia.

Todas las Navidades teniamos que ira ver a Don Jose Luis Mazot -él nos bautizó, dio la primera comunión- a su casa en el norte de la Cd., o en la residencia donde vivió hasta que se murió. Me decía que tenía que seguir frecuentando centros de la Obra y que debía de estudiar en la Universidad Panamericana. Siempre fue muy amable, pero con ese "no se qué, qué sé yo", muy de la OBRA.

Un dia me fui a un retiro, y estaba de padre el capellan del trabajo mi papá. Me fui a confesar y me sacó un sermón de aquellos. Que me dejara de boberías y que viera la vocación que tenía enfrente, que no fuera egoísta con Dios. Yo salí helada, pues me conocía de muchos, muchos años, y pensaba que no me hablaba así nada más porque sí. Y ahi empezo mi lucha con mi vocación.

Numerarias por aqui y por alla, promociones rurales, circulos... y gracias a Dios -luego contaré por qué digo gracias a Dios-, una depresion muy fuerte, que me duro año y medio. Me mandaron las numerarias a escondidas de mis papás a una psiquiatra de la Obra. La cual me daba medicamento. Mis papás no querían ayudarme, y decían que con voluntad y ayuda de Dios mi "racha", depresion, iba a pasar, pero cada vez era más fuerte que yo. Por lo que en el centro al que iba, me dijeron que fuera con esta Dra.

Entré a la universidad y no fue a la Panamericana, para tristeza de muchos y bendicion mía. Y como dije arriba, gracias a Dios pues esa depresión y mi nueva carrera y mis amigas, me ayudaron a ver que, no necesitaba de la OBRA ni del medicamento. Y que estaba muy bien salir adelante por mi misma. Y lo logre!!! Un día dejé el tratamiento y no volví ni para dar las gracias (que luego me dio pena, pues ellas pagaban el tratamiento, y yo las medicinas). No regresé a ningun centro de la Obra, mas que para confesarme. No mas circulos, retiros, ni nada de nada.

Lo mas triste es que mis papas nunca supieron de esto.

Claro que no pude perder totalmente el lazo con la Obra por mis papas. Me casó un padre de la Obra, yo lo pedí así. Y a pesar de los pesares siempre le tendre mucho carino. Pues siempre me respetó, sobre todo en mi decision de no querer tener nada que ver con la formacion de la OBRA; ni con rezar el rosario, ni nada de Camino, ni 15 minutos de oracion.... Yo iba a confesarme y ya.

Yo no sabía porqué la obra no me caía bien, que había algo en ella que me molestaba, hasta que encontré este site. Que me abrió los ojos y me hizo entender tantas cosas.

Todo lo que se referia al SEXO estaba prohibido. Y creo que eso trajo muchos
problemas para mí. Esto es muy, muy fuerte para mí, pero creo que en gran parte la obra tuvo que ver. Así que pido respeten algo que marcó a una niña de tan solo 9 años. Y lo lean con delicadeza y respeto. Pues no es fácil contar una parte de mi vida que me ha costado mucho superar y /o tal vez estoy en proceso de superar.

Mis papas nos metieron a mi hermano y a mí a clases de guitarra. El maestro abuso de mí (no sé qué haya pasado con mi hermano), yo nunca les dije a mis papás. Tenia mucho miedo de decirles lo que este maestro hacía cada clase conmigo, yo no tenía ni idea de nada. Se lo conte a la muchacha de servicio de mi abuela, y supongo (pues hasta la fecha no sé qué pasó) que ella a mis papas y el maestro nunca regresó. Mis papás nunca me dijeron nada, nunca preguntaron, y hasta la fecha, no sé nada de nada, mis papás nunca hicieron nada. Cerraron la puerta de la casa y con ello cerraron el capitulo. Yo no sé por qué nunca me ayudaron a superar eso, por qué no preguntaron, por qué no hiceron algo. Y supongo que es gran parte es el tabú que había en la sociedad y en la Obra. Y a pesar de esto no les guardo rencor en lo mas mínimo.

En un mail leí en el site decía que tenemos que dejar el pasado y no quejarnos y que lo que vivimos lo vivimos y ya. Y yo estoy de acuerdo, yo creo que si viviera arrastrando mi pasado, no seria feliz. Si uno no deja atrás el pasado, nunca podrá tener un presnte sano. Y mucho menos buscando a culpables. Y yo sé que eso fue lo que me tocó vivir, y punto.

Hoy soy una mujer joven , feliz y casada con hijos, y luchando por ser mejor hija de Dios, que no es fácil. Mi marido simpre me dice que cuando nos casamos "logró sacarme del convento".

Y así como mi caso, sé de tantos más, de amigas muy queridas, de hermanas de amigas muy queridas, de familiares. Que han vivido bajo la sombra de la Obra. Y es tan triste ver a tanta gente desgastada y desilusionada, de lo que un día penso ser lo mejor en su vida.





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