Antítesis del amor.- Megas
Fecha Friday, 20 March 2020
Tema 070. Costumbres y Praxis


Para mí lo peor del opus dei es que es la antítesis del amor. No es una antítesis del amor en cuanto que signifique odio (al contrario, sus miembros son "buena gente"), sino una antítesis del amor en cuanto que es desamor y temor a amar que mata el amor verdadero.

 

Me parece que el amor busca el cuidado afectivo de los corazones de quienes se aman, aunque por muchos motivos, en ocasiones, los corazones puedan herirse o agrietarse por el desgaste mismo de la convivencia y haya que rehacerlos cuando están maltrechos.

 

El amor necesita la coexistencia al unísono de cuatro características: a) el cuidado de nuestro corazón, b) el cuidado de los corazones de los demás, c) dejando que los demás cuiden nuestro corazón y d) dejando que los demás cuiden de sus propios corazones. 

 

El respeto al proceso evolutivo del amor debe darse, al mismo tiempo, en estas cuatro dimensiones. Si falla alguna de ellas hay desorden, como cuando impido que los demás cuiden de sus propios corazones porque suplanto el cuidado que deben tener ellos mismos de sus propios corazones por la exigencia de una obediencia ciega a mi autoridad.

 

Me parece que el opus dei no respeta esas cuatro dimensiones, por lo que rompe la sucesión de cuidados que exige el amor. Para el opus dei, amarme (cuidar mi corazón al margen del OD) es amor propio; amar al otro (cuidar corazones ajenos al margen del OD) es de mal espíritu; dejar que me amen (dejar que cuiden mi corazón al margen del OD) no es visión sobrenatural ni fraternidad espiritual y dejar que cada uno se ame a sí mismo (dejar que cada uno cuide su propio corazón al margen del OD) es subjetivismo relativista.

 

Creo que el opus dei no hiere los corazones, sino que los rompe, inhabilitando así sus posibles reconstrucciones. Aun así, se puede vivir con un corazón roto, aunque sea un malvivir, y eso es lo que me parece que sucede con los miembros del opus dei: se "bienvive" dentro de la estructura del grupo con un corazón servil, pero se malvive al margen del amor con un corazón roto. La rotura de los corazones no es una característica exclusiva del opus dei, ciertamente, porque se da en otros ámbitos, incluso eclesiales, que también son la antítesis del amor.

 

Es verdad que no todos los miembros del opus dei tienen conciencia de la rotura de sus corazones e incluso es posible que sean pocos los que perciben dicha rotura mientras permanecen dentro de la organización. Desde fuera, por mi parte, no entiendo que puedan ser felices quienes viven con el corazón roto por la desatención en el cuidado de los corazones, aunque "bienvivan" con sucedáneos del amor.

 

Los corazones heridos o agrietados pueden rehacerse y recrearse permaneciendo junto a lo que propició la herida: quien me ama puede herirme, pero podemos superar el dolor de la herida con nuevo amor que fortalezca los lazos del amor existente. Por el contrario, los corazones rotos sólo pueden rehacerse (y no siempre se consigue) cuando desaparece lo que propició la rotura, amputando el obstáculo que imposibilita el amor. 

 

Os deseo un buen renacimiento al amor, aunque sea desde las cenizas del opus dei.

 

Megas









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