El anillo.- YO
Fecha Monday, 24 February 2020
Tema 020. Irse de la Obra


Aunque parece un insignificante objeto, te hacen creer que cuando te lo pones, te atan de por vida, en una situación aún desconocida y con un alto grado de enamoramiento -que no de amor- de la cual descubrirás su insostenibilidad al cabo de meses, años. Después de algunos años, pocos o muchos, cuando te das cuenta que te has metido en una multinacional que te explota y que nada tiene que ver con Dios, se te hace muy cuesta arriba deshacerte de ella. Eres opusdependiente. Adicto al régimen.

Todo tu antiguo mundo ha desaparecido. Amigos, hábitos, família. El beso en el suelo al levantarse con el correspondiente ¡SERVIAM!. Vaya idiotez. Empiezas a ver que todo es una farsa. Que los “tuyos” te están engañando, que la delegación te toma el pelo de forma más cruel que un barbero de pueblo. Pero que además te roba el dinero. Robo encubierto; pero robo al fin y al cabo. A pesar de ello, tú sigues pensando que está en tus manos cambiar este sistema, que ya consideras caduco, obsoleto, desfasado, engañoso, lleno de apariencias, de muy falsos prestigios, de una exquisitez y una delicadeza exageradas, forzadas y con una falsa sonrisa. Con risoteos en la cara de ellos y de envidias y cansancio interior, tuyo y suyos. Y, seguro que no. Que no lo cambiarás. Sólo hay una alternativa: ¡Iros! ¡Salid!, ¡Marchaos! Salid de esta jauría que os está devorando a vosotros y a vuestras familias. De esta despiadada secta que os ha anulado, abducido. Con la que habéis enfermado física, moral y espiritualmente, adorando a un dios inexistente e idolatrando a un pseudo-santo, quizá, sólo quizá, por encima de Dios. Tu Dios no es mi Dios, te digo. Lo aseguro. Y para conseguir que estéis aparentemente a gusto con esta farsa, nos empastillan hasta saciarnos. Hasta que, sin protestar, nos tienen sumisos y anulados: tanto que dejamos de ser nosotros para convertirnos en una mala pieza de engranaje que debe seguir el ritmo impuesto ¿Recuerdas aquello de que la Obra es como un guante? Pues eso.

No hace falta carta de dispensa alguna. No es necesaria. ¿Cuál es el vínculo jurídico? No lo hay. Nunca lo ha habido. Véte, sal, huye si hace falta. Quizá, si ya la has escrito –la carta- alguien, pasados meses te conteste. O quizá no. ¿A qué esperas?

¿Sabes dónde estás ahora? Te lo he dicho unas líneas más arriba. Estás en una secta destructiva, perversa, piramidal. Una verdadera multinacional del dinero en nombre de un Dios, que dentro es poco menos que inexistente. Pero tu, claro, crees que ese es el Dios verdadero y te duele irte porqué quizá si lo haces vas a defraudar a Dios. ¿A caso no recuerdas como se inventaron tu vocación? ¿Cómo la crearon? ¿Cómo te manipularon? ¿Cómo te hicieron sentir tu nimiéz? ¿Cómo te contaron que sólo en este barco está la salvación? ¿Cómo siguen diciéndote que fuera de la Obra no puede haber cielo? ¿Qué si te marchas te vas a condenar?

No esperes a ser pañuelo de papel: usado y tirado. ¿Cómo puedes no darte cuenta de que no existe esta tal família? En tu experiencia, en los años que has estado dentro, ¿has enfermado alguna vez? ¿Cómo te han tratado? ¿Cómo te han abandonado? ¿Cuántas veces te has sentido vejado, despreciado...? ¿Cuántas veces se han burlado de ti? La vocación a la Obra NO EXISTE.

¡Iros! NO RENOVÉIS. El 19 de marzo apártate de los teléfonos (no fuera caso que en este día se acordaran de ti y te tuvieran un año más contribuyendo monetariamente). Déjalo. Vive. Ábrete al mundo y a Dios (al Dios del perdón, de la alegría, de la misericordia. Al Dios sanador)

No sólo hay vida en la Obra. Excusadme. Me estoy equivocando. En la Obra no hay vida. La vida y la VIDA están fuera, en el verdadero “medio del mundo”. Una vida plena, llena, feliz, crítica pero llena de matices, de verdades sólidas y enteras, de colores. Hay colores. Hay matices. Hay multidireccionalidad.

Romped el círculo del anillo. Sed valientes. La única VERDAD está fuera. La única LUZ está fuera. El verdadero Dios, el que te ama, está fuera, entre los hermanos necesitados. (Leed bien el evangelio de hoy domingo). Él te ama sin rigideces, sin normas. Sólo quiere de ti que ames. Dios, pero, nos pide algo más. Más amor, más ayuda, más atención, más compartir, más calidad de vida cristiana. Más comunidad de creyentes. Más pueblo de Dios. Jamás te dejes deslumbrar por cosas caducas, elegantes o litúrgicamente exageradas. Dios te ama en tu sencillez. Dios nos quiere santos. Santos pero sobrios. Jesucristo nunca buscó prestigio alguno en nada. Él proponía, no imponía. Esa es la verdadera libertad. Leed a fondo el evangelio (sin otro vestido, sin calzado,...)

Gracias a todos los que escribís vuestras experiencias y un GRANDIOSO GRACIAS para Agustina, por hacer posible esta web. Sin ella, nuchos no hubiéramos subsistido.

PD: padres, familias, no les déis dinero, no paguéis sus préstamos. Todo es una trampa del codiciado poder del dinero, único objetivo de la Obra.

Os quiero

YO









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