I / En su origen, el "Opus Dei" pudo ser o no Obra divina. Digamos que sí, hipotéticamente;luego, Chema, lo fue desarrollando y..., finalmente, lo hizo humano: ¡obra humana! (¡Vanidad de vanidades! No más.) 

II / Empero, no nos quejemos de más: asumamos lo que nos corresponde -cada cual lo nuestro, y la obra humana lo suyo-; él logró su objetivo: santa medallita en la frente... Bueno, aquí, con nuestra Iglesia, madre y maestra; en el más allá: ¡solo Dios!

III / Fue toda una gran experiencia -no necesariamente buena para tod@s, pa'mí, ¡sí!-; como una maestría o posdoctorado, como una práctica efectiva de autodidactismo religioso.

IV / Yo sigo manteniendo muy buenos recuerdos -algunos muy mundanos: cursos anuales, comidas, extraordinarios en días festivos y las atenciones de mis heróicas Nax (a quienes aquí ofrezco mis disculpas por mi insensibilidad de sus generosos servicios, inmerecidos de mi parte)- y, en cuanto a mi entrega, muy a mi manera, 6 años de auténtica y pecadora fidelidad, salvo que, seguramente pequé de ingenuo y crédulo y mi comodidad prevaleció. (a mí me tuvieron que correr.) Pa'mí la corriente opusdeísta (1963-70) fue de excelencia, fue mi amante de lujo, todo lo dejé por ella; terminamos, sí, yo, por infiel; ella por prepotente y ensimismada.

V / Me duele enterarme de tanto sufrimiento y la situación actual de mi amada de antaño. No puedo más que encomendarla a mi Dios -Padre e Hijo y Espíritu Santo- con mi mayor visión sobrenatural y pedirLe que la asista en su evolución humana hasta que se siga haciendo Su voluntad aquí en la Tierra como en el Cielo.

Irdlm