Hola Agustina, hace mucho que no escribo en la web pero hoy no puedo evitarlo.

Esta mañana he pasado por la calle donde estaban Besana y Abisal. Los están demoliendo. Inicialmente estuvieron Besana, como colegio de Formación Profesional de pequeño tamaño, Incodesa (trabajaban para los centros), Decepal (la empresa que proporcionaba la comida a los centros) y Abisal, centro de Agregadas. También había un pequeño jardín, muy agradable, por cierto.

Cuando cambio la Ley de Educación, exigieron a los colegios un número mayor de metros, gimnasio, etc. Para poder sacar esos metros, quitaron Incodesa y Decepal y agrandaron Besana. Recuerdo que quitar los árboles fue bastante complicado puesto que ese espacio estaba catalogado como zona verde y requería unos permisos especiales. Abisal se salvó porque el Marqués había estado allí y claro, era un sitio histórico.

He querido escribir este pequeño texto porque sé que se sableó a innumerables Cooperadores, Supernumerarios, simpatizantes, etc. Abuelas que dieron muchísimos euros, todo por el nuevo Besana, porque la labor iba a crecer muchísimo, porque las niñas iban a entrar con 12 años e iba a ser más fácil de-"formarlas" y que luego pitaran. Muchos euros para un apostolado inmenso. Pero... la jugada no les salió como esperaban, el colegio se llenó de gente muy humilde, por decirlo de alguna manera, así que... de repente... ¡nos mudamos! y nos vamos a un barrio un poco mas cool, a Alcalá de Henares, donde nos regalan los terrenos y otra vez pedimos dinero y a seguir viviendo. Por cierto que por el camino, despidieron a Agregadas que habían pasado su vida en el antiguo Besana, dejándolas en la calle con más de cincuenta años y que se busquen la vida y no fue una, ni dos, sino muchas, en el nuevo Besana no tenían cabida.

Y yo me pregunto ¿no les da vergüenza la cantidad de dinero que han estafado para tirarlo en pocos años? nadie va a explicar a las personas que se fiaron de ellos porque su dinero hoy está siendo demolido?

Al pasar por allí se me han venido a la cabeza miles de recuerdos de Abisal, ese centro que hoy me recordaba a sitios horribles privados de libertad, hoy por fin ha desaparecido. Un "símbolo" menos del horror vivido. Muchas de las que hemos estado allí sabemos que más de una numeraria intentó acabar allí con su vida. Una de ellas, cuando por fin pudo irse de la Obra, se quitó la vida, no diré su nombre pero sabemos bien quién era, una chica muy inteligente, empática, de sonrisa tímida. Su muerte fue un shock.

El último año que estuve allí sólo quedaba un grupo de 14 agregadas, jóvenes. Por avatares de la vida me enteré de que prácticamente todas iban a una médico Numeraria de medicina interna (creo que la clínica se llamaba Salvia) y yo escandalizada, comenté a la Directora que algo debía de estar pasando, que no era normal que 12 personas, de entre 20 y 28 años tuvieran estrés y ansiedad. La respuesta fue que la gente de la calle estaba igual. ¿Igual? Trabajo en una empresa donde la mayoría de la personas son jovencísimas y son gente con muchas ganas de vivir, de hacer cosas, de conocer gente... no sé, lo normal. Y luego para rematar el día, me encuentro en Facebook a una de estas Directoras que tantas vidas destrozó de esas 14 agregadas y ha dejado la Obra (aunque sigue siendo pro-Opus a tope de power) casada y colgando fotos con su marido rezando el rosario por todos los rincones, ojalá te hubieras dado cuenta mucho antes de que querías casarte y no hubieras hecho tanto daño como hiciste.

Os dejo una foto de cómo el Opus Dei tira el dinero de los demás.

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