Buenas tardes querida Agustina y a todos,

Lo primero es que os deseo una muy feliz Navidad, que lo paséis lo mejor que podáis con vuestras familias o amigos, pero que disfrutéis.

Para mí es la época del año que más he temido durante bastantes años porque es cuando más trabajo hay en la administración. Es cuando queremos rizar el rizo, que lo que ya está rizado hay que sacarle todavía más brillo, un agobio al menos para mí.  Por las compras y porque todo esté súper perfecto hasta el más mínimo detalle, así que yo personalmente estoy deseando que ya llegue el día diez enero para descansar un poquito psicológicamente... y empezar la vida normal. Y siempre hay alguna que se escandaliza por decir yo que empiezo a vivir el 10 de enero porque ya es lo sencillo lo corriente y lo normal. Las navidades de por  sí no son complicadas pero las complicamos nosotros con mil detalles, adornos, encargos, etc.

Querer quedar bien y que todo salga lo mejor posible supone una fatiga. No quiero exagerar, no vaya a ser que haya numerarias auxiliares que estén felices de estar todo el día pringadas con estas tareas.

Contestando a las palabras que he leído de caféconsal, efectivamente sí que es cierto. A nosotras nos enseñan a ver la trascendencia de nuestra alegría y de volcarnos con la gente que va por los centros o que  hay que atender. Nos enseñan e  insisten en ser madres o hermana mayor y que la vocación de los demás depende mucho de nosotros. Es  algo que se te va metiendo hasta los tuétanos y lo vives así las 24 horas del día.

Lo triste es cuando llega el momento en el que te das cuenta de que es que tienes que comportarte así, te guste o no. Eso es lo que yo veo que es una falsedad. Es verdad que estar triste no ayuda a nadie pero también es penoso dar falsas alegrías o falsas sonrisas, todo por atraer a la gente. 

Quería decir que gracias a Dios me encanta trabajar. Llevo trabajando 44 años y siempre feliz de poder hacerlo. Son otros detalles lo que no me va.... y con los que hay que lidiar, ahhhh…Y con una sonrisa. Pues nada como es Navidad, lo intentaremos.

Os deseo lo mejor  a todos

Gracias Agustina y hasta pronto,

Antonia