Me ha hecho pensar la aportación de Gustavo “La opus se hunde sola”.
Un día un religioso me dijo: “…cuando no somos fieles al carisma por el que fuimos creados nos convertimos en estériles….”
Y precisamente esto es lo que le está pasando al Opus Dei. No ha sido fiel desde el principio al carisma para el que en teoría DIOS lo había creado. La iluminación que “Dios” le envió a Escrivá en aquel dos de octubre de 1928 no se ha cumplido, pues para un noble fin ha utilizado métodos que contradecían dicho fin. Es decir: no se puede decir que Dios me ha iluminado para crear una Obra de Dios cuyo objetivo es la búsqueda de la Santidad en medio del mundo; Santos del Altar, que se nos decía; y luego utilizar métodos que simple y llanamente son pecado, pues “maltratan” a la persona, esclavizan a las mujeres, no cumplen con los derechos sociales y laborales de sus miembros. Sacerdotes del Opus Dei han sido capaces mediante retorcidas tetras (fraudes de ley que se diría en derecho ordinario) de saltarse el secreto de confesión de cada uno de sus miembros. Es una atrocidad que el confesor de un centro esté en el consejo local del mismo, manejando las conciencias.
El Opus Dei ha sido capaz de incumplir la obligación social de cotizar por el trabajo que sus miembros han realizado dentro de la institución, incluso los sacerdotes numerarios han estado años sin cotizar, con el perjuicio que se ha creado para ellos cuando han sido mayores, etc., etc.
La santidad no consiste en grandes colegios, en suntuosos centros, en donde la caridad, la amistad, la confianza y la comunidad se caracterizan por su ausencia.
El Opus Dei no es una fábrica de santos, es una fábrica de personas a las que se les han creado cargos de conciencia salvajes, les han producido trastornos obsesivos de gran importancia, donde se ha jugado con medicaciones de una manera que roza lo delictivo.
Estoy convencido que hay gente buena en el Opus Dei, gente de corazón, gente con buenas intenciones, pero más convencido estoy que gran parte de los que coincidieron conmigo sufrieron trastornos que se han manifestado al cabo de los años, todo producido por las maneras poco evangélicas y que nada tienen que ver con el Amor de Dios y con la vida de la Iglesia.
Desaparecen pues son infieles a su carisma, y su carisma esta preñado desde el principio de faltas y pecados.
La tecnología ha traído luz y ha descubierto la realidad de cómo el Opus Dei es un movimiento que roza lo antievangélico, por sus métodos, faltas de respeto a la libertad personal, poca transparencia, elitismo, amor por el dinero, pero ante todo por la falta de amor y de respeto a sus miembros.
Esta página es un medio que también Dios pone para dar luz a las conciencias y está salvando muchas vidas por la luz que irradia y por la denuncia en algunos casos de lo poco evangélico que ha sido el Opus Dei para los que han dado su vida por la causa.
Dios quiera iluminar a alguien dentro del Opus Dei para que si queda alguna opción pueda reconducir el Opus Dei a lo que realmente Dios quería que fuera.
MOLINES
