En respuesta a Gustavo, desde mi conocimiento cercano no es tanto que la Obra por falta de personal necesite dedicar a todos sus fieles numerarios a labores internas y por ello no consiga ingresos propios, sino que desconfía de la fidelidad de sus fieles que desempeñan un trabajo externo y llegado un momento decide cortarles las alas para que no vuelen por su cuenta, y los dedica a cualquier cosa, por lo general inútil.

Desde luego que habrá muchos menos pitajes, pero es una consecuencia inherente a la secularización de la sociedad. Hay pocos creyentes, y los que creen son gente informada por todos los medios, a la que ya no es fácil engañar.

La falta de vocaciones es común a todas las organizaciones religiosas, no es una particularidad de la decadencia del Opus. Lo específico del Opus es que las vocaciones que tienen no son reales, son fruto de un proselitismo agresivo.

En estas circunstancias la continuidad de la grey depende de una labor constante de concienciación (alienación), más factible cuanto más cerrado es el entorno del seguidor.

Cuando la gente trabaja fuera, y más si sus ingresos son saneados, se encuentra en entornos diferentes, piensa por su cuenta y puede emprender el vuelo si se lo propone. Entonces la Obra decide cortarle las alas. Así gente muy formada ve abortada su carrera y su desarrollo profesional, simplemente por la desconfianza que el Opus tiene respecto de sí mismo. Y con ello el Opus pierde también los ingresos que estaban generando estos profesionales.

Luego los ponen a hacer labores internas, encargos, a veces verdaderamente peregrinos y que no tienen que nada que ver con los estudios, formación y experiencia externa de estos profesionales. Esto se llama no sacar a la gente de su sitio y santificar el trabajo.

JaraySedal