Acabo de ver una película que me ha recordado lo que es una personalidad con rasgos histriónicos, los médicos hacen este diagnóstico en la película de terror, y carga dramática en la que se enjuicia la responsabilidad de estos enfermos.
La historia es verídica, se llevó al cine hace muchos años, se llama "Pequeños sacrificios". El tema es sobre una madre que va en coche con sus tres hijos pequeños, asaltada en la carretera por unos desconocidos que les disparan a bocajarro, uno de los hijos fallece, otro se queda paralítico y la niña sufre un shock que le impide hablar.
No quiero hacer spoiler por si queréis verla, está en youtube, voy a centrarme en la persona con la cual viví varios años y me dio la oportunidad de conocerla bien, una personalidad de rasgos histriónicos (dentro de un abanico) y el daño que hacen si no se actúa en consecuencia.
Directora de un ctr Opus Dei, Madrid, aspecto risueño al que acompañan unos bonitos ojos azules, su manera de vestir llamativa, no pasaba inadvertida para nadie. Simpática y abierta, pero igual de "NARCISISTA", el centro de todas las conversaciones, sus historias, que repetía una y mil veces, puesto que es la directora, son teatrales, muy teatrales, actúa. Todo gira en torno a ella, sus enfermedades las peores, - aunque otras pasemos por lo mismo- da la razón a todo el mundo mientras no se le haga sombra, le importa mucho conservar su imagen hasta este extremo que, cómo digo, la veo retratada en la peli.
Una agregada del ctr estaba ingresada en un centro hospitalario desde hacía meses y esperábamos su fallecimiento de un día para otro, haciendo turnos. Esa noche, alrededor de las 3 de la madrugada sonó el teléfono, lo cogió y como lo oí, bajé a preguntar y me dijo qué acaba de fallecer. Enseguida me vestí con un profundo dolor y nos fuimos en mi coche hacía el hospital. Cuál fue mi sorpresa cuando saca una barra de labios rojo y se los pinta con total tranquilidad - no olvidar dato, 3 de la madrugada-, la miro con cara de asombro y me dice que no puede ir sin pintarlos (ella lo cuida mucho y siempre rojo). Vamos a prestar los últimos auxilios a una recién fallecida, su familia acude rota de dolor, una situación triste, dramática, ellos la quieren de verdad pero ella actúa conforme a su imagen, no le importa nada el dolor de los demás. Esto es la punta del iceberg de su personalidad histriónica, solo cuento algunos detalles.
En la película exactamente sale una escena muy, muy parecida (las causas muy distintas, pero dramáticas).
Durante varios años llevó mi charla, siempre dándome la razón en lo que le comentaba sobre aspectos de la Obra que podían mejorar pero sin mover un dedo. Con su carita de ángel y su corazón de piedra, en este caso vi su cara de piedra, que me decía sin ningún preámbulo, ¿¿empujada por quién??: "No te vamos a dar ningún encargo, no nos sirves para nada".
Cómo era la hora de cenar se marchó al comedor tan tranquila para contarnos lo que le gusta Galicia...
Cómo puede ser que después de tantos años en la Obra, tantas horas de oración, tantos retiros, etc etc., se den estos comportamientos espantosos como ocurre en la película (hecho real).
Las personas con estos rasgos actúan así pero no las absuelven de su culpabilidad: SON CULPABLES e igual responsabilidad para todos los director@s que lo saben, es más es "inscrita", no ponen ningún remedio, se convierten en cómplices, son CULPABLES.
Seguro que est@s mismos ven la película y se quedan horrorizados, pero se tranquilizan enseguida, a ell@s no les pasan estas cosas viven en su mundo feliz.
Nancy
