Me parece injusto afirmar que han manipulado a Ratzinger.- Cyrano
Fecha Monday, 29 April 2019
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Estimado Ramón:

Nada más leer tu contribución me asaltó un cierto desasosiego ante el riesgo de que mi pública apreciación sobre el escrito de Benedicto XVI hubiera sido precipitada. Releí el trabajo del Papa Emérito despacio y, sin ánimo de entrar en controversias a cuenta de la Iglesia, me ratifico en mi inicial opinión de que es claro y profundo. Añado ahora que también me parece muy optimista y esperanzador.

Respetando absolutamente tu punto de vista, no comparto lo de que “ha caído en la Iglesia como un jarro de agua fría”. En la pequeñísima parte de Iglesia militante con la que me relaciono, el escrito ha gustado. Y, créeme, somos gente corriente. Me parece injusto afirmar que “han manipulado” a Ratzinger. Siempre me ha admirado su altura intelectual y he leído sus trabajos con gusto tanto por el fondo como por su estilo académico que, confieso, me encanta. No veo en Ratzinger un hombre manipulable y él mismo explica que ha pedido permiso al Papa Francisco para publicar las notas en cuestión.

Que la Iglesia o, al menos, algunos sectores de ella, se gestionan como una empresa es una impresión que he sentido muchas veces en los últimos años. Como decía en mi escrito, creo que es un rasgo atribuible al Opus Dei pero, lamentablemente, se observa en otras instituciones e incluso en algunos de sus pastores.

Me parece injusto decir que Benedicto XVI no hizo nada contra la pederastia. En el escrito objeto de nuestro debate, él mismo relata las investigaciones que se llevaron a cabo en Estados Unidos, como les intentaron engañar y como volvieron a investigar. También relata como Juan Pablo II y él utilizaron un ardid legal para juzgar a los pederastas en la Congregación de la Doctrina de la Fe en vista de que la Congregación del Clero hacía prevalecer un “garantismo” procesal exagerado y filosóficamente mal fundado.

Como ya dije, es doloroso comprobar que la Iglesia no corta los abusos del Opus Dei pero veo ecuánime reconocer el colosal combate que requiere tanto mal: obispos que se alejan de la tradición, seminarios en los que se prueba a los aspirantes al sacerdocio con pornografía, propagación de filosofías que socavan la fe...

El fenómeno de la pedofilia no es un mal exclusivo de la Iglesia aunque en ella es, como dice Ratzinger, un acto contra la fe y escandaloso en extremo. Por eso, son muchos los que se han preguntado por las causas de su extensión a finales del siglo XX y, aunque es muy probable que la liberación sexual de los 70-80 no sea la causa o la única causa, me parece natural que Benedicto XVI, como profesor que es, intente buscar una explicación filosófica.

Con todo, lo que más me ha gustado de las palabras el Papa Emérito son sus referencias a que existen actos que son malos “siempre y en todas circunstancias”, independientemente de la intención del sujeto moral y que esa maldad tiene su fundamento en la Ley Natural y no en la Biblia. Dicho de otro modo, los actos malos lo son porque atentan contra la naturaleza humana y punto. Luego encontraremos referencias en la Biblia que apoyan ese juicio pero no al revés.

Por eso, la costumbre del Opus Dei de hacer informes de conciencia es mala de suyo ya que atenta contra la naturaleza humana, por mucho que se puedan alegar motivos de eficacia para ponerla en práctica: el fin no justifica los medios. Como nos dice Jesús, Dios puede hacer hijos de Dios de las piedras, pero no se trata de eso.

El trigo y la cizaña crecen juntos, en nuestra vida y en la Iglesia. Solo Dios sabe qué sale de esa mezcla. A pesar de tanto mal. A pesar de lo que hemos sufrido en el Opus Dei. A pesar de que se nos haya robado nuestra juventud, nuestra salud y nuestro dinero. A pesar de todo, hay esperanza, porque, como dice Ratzinger, “la Iglesia de Dios también existe hoy” y se muestra a través de sus mártires.

No se trata de hacer una Iglesia a nuestro modo, una especie de ONG planetaria o un Opus Dei de excelsa eficacia proselitista. Dice Benedicto XVI que la comunión sacramental se ha convertido en un acto ceremonial y estoy de acuerdo. Me da la sensación de que a base de “acercar” lo sagrado al pueblo de Dios se ha perdido el Misterio de la Iglesia. Dios es Misterio y se nos ha olvidado. A los directores del Opus Dei se les olvidó por completo ya que redujeron a Dios a un plan de vida y le suplantaron creyéndose que eran ellos sus interlocutores.

Nos anima Benedicto XVI a confiar en Dios como Job y a “oponerse con toda la verdad a las mentiras”. Me parece muy importante denunciar las mentiras. Todos sabemos que el diablo no se presenta con rabo, cuernos y tridente sino revestido de sabiduría, mansedumbre y tolerancia... Es nuestro deber desenmascararle. Creo que Opuslibros hace este gran servicio a la Iglesia: denunciar el mal, en este caso, el mal del Opus Dei. Por eso doy gracias a Dios por esta página web, a Agustina por su valor y dedicación, y a todos los que colaboran de un modo u otro por su trabajo.

Cyrano









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