Soy de mente abierta sobre el sexo. No estoy por encima del reproche; en todo caso, estoy por debajo de los reproches. Quiero decir, si me atraparan en un nido de amor con 15 niñas de 12 años mañana, la gente pensaría, sí, siempre lo supe sobre él. Nada de lo que pudiera llegar a sorprender a nadie. Lo admito todo. (Woody Allen; entrevista en 1976)

Le parti pris des choses

El Cid Campeador, 29/04/2019

Quiero manifestar mi desacuerdo con Ramón cuando se queja de un comentario positivo acerca de un artículo de Benedicto XVI sobre la pederastia.

En mi opinión, este artículo pretende ser un primer paso para una reflexión, un proceder muy normal en ámbitos académicos de los que procede el autor. Leerlo de una manera tan emocional y descalificarlo no sirve a su objetivo. No hagamos bueno a Ortega en aquello de que los españoles tenemos la cabeza solo para embestir...

El análisis del contexto social es de carácter objetivo ya que se limita a dar una serie de datos.  Yo tengo dos libros publicados en los años 80 que releí recientemente (The Closing of the American Mind, Allan Boom; La Era del Vacío, Gilles Lipovetsky) cuyo diagnóstico de la sociedad es muy parecido. 

Antes de Ratzinger, creo que en el año 2013, Giulio Meotti ya había publicado un artículo titulado Il ’68 dei Pedofili.  Legitimati in nome della revoluzione sessuale. Este artículo proporciona numerosos datos objetivos sobre este tema.

Después de analizar el contexto, Ratzinger pasa a hablar del alejamiento de la teología moral de la ley natural y de la publicación de la Veritatis Splendor (1993) que, básicamente, dice: hay acciones intrínsecamente malas. Esto no encaja con el contexto cultural imperante, del que hablan Bloom y Lipovetsky: relativismo total, no existe la verdad absoluta, que depende de cada sujeto. No hay acciones por lo tanto intrínsecamente malas. Como conclusión en el caso que nos ocupa, la pederastia no es una acción intrínsecamente mala.

Nos habla también de que el Código Canónico era muy garantista con respecto a los derechos de los acusados y que era difícil probar los delitos de pederastia y que por este motivo con Juan Pablo II procedió a una reforma del código. Es lógico pensar que ya conocían los abusos, puesto que su impunidad en la práctica fue el motivo para corregir el código.

No es tan fácil que prospere una denuncia en este ámbito, precisamente porque el derecho penal es muy garantista en el respeto a la presunción de inocencia. Esto es lo que reformó Benedicto. La legislación civil sigue siendo muy garantista (distingo entre un juicio y un linchamiento). He consultado la web del Consejo General del Poder Judicial y veo que en el año 2017 se iniciaron 2.116 diligencias (previas y urgentes) dimanantes de denuncias o querellas por agresión o abuso sexual a menores de 16 años. Las condenas en 2017 totalizaron 320, un 15.1% del total. Estadísticamente, por lo tanto, cada querella/denuncia solo termina en sentencia condenatoria en un 15.1% de los casos. Concretamente hay 320 sentencias condenatorias y 112 sentencias absolutorias; el resto de los asuntos, 1.684 asuntos, ni siquiera han pasado el filtro de la instrucción y en la fase de investigación fueron descartados por el juez ya que esos abusos no tenían visos de poder enervar la presunción de inocencia. Parece que es difícil conseguir una condena penal tanto en el ámbito civil como en la jurisdicción canónica.

La conclusión es que el relativismo, que también se introdujo en la teología moral, es la que ha hecho posible que exista la pederastia. Ratzinger viene a decir: no gustó la Veritatis Splendor porque no se acepta la ley natural, es decir, la existencia de acciones intrínsecamente malas.

Ramón dice:

Este escrito de BXVI, atribuyendo el cáncer de los abusos a la liberación sexual de los 70/80 ha caído en la Iglesia como un jarro de agua fría. Y fuera de ella, ha puesto a la institución un poco más lejos aún de la gente corriente, que no entiende que el papa esté tan lejos de los sentimientos y experiencias de la vida normal.

No consigo entender en qué consiste el agua fría. Un aforismo de Voltaire: ‘Le bonheur n'est qu'un rêve et la douleur est réelle’. Es más fácil detectar el mal que realizar el bien, que es tarea de todos. Destruir es más fácil que construir.

Respecto a los sentimientos y experiencias de la vida normal habría mucho que decir. Os recomiendo un documental sobre Michael Jackson titulado Leaving Neverland. Un caso de pederastia aceptada y jaleada por todo el mundo, los familiares de las víctimas incluidos. Ahora este señor está de ‘gira póstuma’ con su espectáculo Michael Jackson Tribute, ‘el único espectáculo avalado por la familia Jackson’.  Tributo, homenaje a un pederasta ¿condena nuestra sociedad realmente la pederastia? ¿O solo cuando nos conviene?

En UK, un país donde tanto el Opus Dei como la Iglesia católica son marginales, está en marcha la Operación Hydrant contra la pederastia, con pestaña propia en la web de la policía.

Instituciones involucradas en ese país en casos de pederastia:

2927 different institutions feature on the Operation Hydrant database. These include:

· 1174 schools

· 529 children’s homes

· 329 sport

· 317 religious institutions

· 214 children & young people’s associations & clubs

· 129 health establishments

La consecuencia de identificar Opus Dei y pederastia es que no se profundiza en otras cuestiones más sibilinas y en mi opinión más difíciles de afrontar. La pederastia es un problema universal del que hemos tomado conciencia recientemente. Es una opinión legítima pensar que este problema de tipo sexual (abusos y agresiones sexuales a menores) se originase con la liberación sexual de los años 70 y 80. Si alguien piensa que no fue así, puede argumentar lo contario.

La cita que encabeza este artículo es un ejemplo de ese relativismo, de cómo se banalizaban durante esa época las cuestiones que ahora nos aparecen claras y sin espacio para bromear con ellas.

He intentado aportar datos. Francis Ponge, un poeta francés, tituló uno de sus libros La Parti pris des choses (se puede traducir como En el bando de las cosas) para contrarrestar el idealismo de sus amigos surrealistas, que se consideraban por encima de la realidad. Yo también pienso que las cosas, los datos, la realidad, importan y no pueden tener un simple papel de ‘sesgo confirmatorio’. No pueden servir de pretexto solo para atacar a quien nos conviene o con quien tenemos un vínculo emocional negativo, sino más bien para analizar. A partir de aquí cada uno puede llegar a una conclusión diferente, pero tenemos que saber los pasos que ha seguido cada uno para ver si ha habido errores en su razonamiento. También podemos datos que esa persona desconoce para que pueda corregir su juicio.

El Cid Campeador