Lo que los curas preguntaban.- Ramón
Fecha Friday, 01 March 2019
Tema 010. Testimonios


Hace unas semanas nos contaban aquí una confesión con un cura del Opus que le hizo sentirse fatal y dejó de tratar a esa persona. El susodicho por lo visto se metía en todos los aspectos de su vida conyugal. En TODOS.

 

He de decir que eso no me sorprende, que a mí me pasaba lo mismo en el colegio de jesuitas al que iba. Llegamos a la conclusión con el tiempo (y lo digo en plural porque comparábamos notas entre los amigos) que eran los curas viejos los que tenían una especie de manual de confesiones donde el capítulo más gordo era de guarradas. Teniendo ocho (¡8!) años nos preguntaban cosas te quitaban el hipo. Que si íbamos con hermanas o primas a jugar. Que si les levantábamos las faldas. Que si les... Que si te..... Yo no sabía de lo que me hablaban, estaba horrorizado, porque mi familia es católica a macha martillo. En fin. Aquello era un horror. 

 

Luego te dabas cuenta de que algunos curas te lo preguntaban un poco por compromiso, que pasaban por ello deprisa. Otros se regodeaban y aprovechaban para abrazarte en el confesionario y darte un achuchón. Era horroroso. Por desgracia, no tenemos la rejilla de las mujeres. También se daban situaciones desopilantes en las que el cura nos explicaba en su despacho cómo era una relación sexual. ¿Por qué el cura? Si teníamos 10 años. Si el cura supuestamente no sabía de eso... Me imagino que los padres habrían delegado en el colegio, pero claro, que te lleven uno por uno a su despacho, para que te cuenten eso,  no sé si hoy estaría bien visto. Yo no le dejaría a mi hijo, eso es claro. 

 

Total: que entre la desinformación sexual que había, el clima de exaltación y liberación sexual de aquellos años en España, quien no era un obseso sexual, se volvía. ¡Qué manía con la masturbación, Dios! Como si la codicia, la soberbia o la crueldad no fueran males mucho peores.

 

Lo dicho: que no os creáis únicos en el tema de preguntas sexuales violentas, que aquí ha habido para todos. Por desgracia.

 

No sé si esto os ayuda. A mí, con el tiempo me sirve reconocer que tuve una infancia con abusos sexuales psicológicos de baja intensidad para afrontar mis inseguridades y angustias. Gracias a Dios por los anticonceptivos, la liberación sexual, el feminismo y el amor libre. Nadie ha abusado de niños o mujeres por ellos.

 

Que Dios (el de verdad, no el tiquismiquis) os guarde.

 

Ramón









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