Fui agregada 5 años.- Lila
Fecha Monday, 27 August 2018
Tema 076. Agregados


Estimados lectores,

Fui agregada cinco años. Creo que esto ya lo he dicho en algún momento. Y nunca me he arrepentido de haberme ido del opus. Al revés. Creo que esto también lo he dicho ya. Creo que cada uno, cuando nos vamos, hacemos con nuestra vida lo que creemos que tenemos que hacer. En mi caso decidí darme un tiempo de discernimiento y después, si lo veía claro, entregarme al Señor como consagrada pero desde la libertad y la responsabilidad. Ahora soy consagrada, tengo una consagración que aparece en la partida de Bautismo y que la Iglesia reconoce, vivo en el mundo mi consagración con libertad, hablo con un sacerdote y voy actuando según lo que voy viendo que Dios me va señalando. Un sacerdote que he elegido yo. ¡Dónde va a parar esto con aquello!

Para empezar porque ni siquiera podías decir lo que eras ni te lo reconocía nadie. Menuda chapuza. Alguna vez he comentado que me resultaba penoso cómo nos trataban las numerarias a las agregadas. Siempre fui muy consciente de esto y lo peor es que era algo institucional, no un hecho aislado. Más bien lo aislado era alguna numeraria que, de forma personal, ella no era así. Por eso, cuando me fui del opus tenia muy claro que, si volvía a plantearme una vocación así, sería en libertad y sin el agobio de que no "llegas a un nivel", porque te dicen que somos todas iguales y no éramos todas iguales.

Sobre todo, lo que más me gusta es no tener que vivir algo que nadie te reconoce sino que la Iglesia lo reconoce y puedes decir lo que eres. Otra cosa muy hermosa es que sabes que tienes que vivir una entrega pero no te ponen un traje y apechugas con él te quede como te quede, sino que en función de tus circunstancias vas adaptando tu entrega a tu vida. Sin agobios y sin perder de vista que lo importante es ser de Jesús. Otra cosa muy hermosa es que no tengo que ser abanderada de ninguna institución salvo de la Iglesia, y simplemente vivir mi consagración, mi misa, mi oración, mi trabajo, mi familia, mis amigos, el desarrollo de mis carismas personales, pero no tengo que ser fanática de nada ni convencer a nadie de nada. En este sentido tengo que decir que estoy siguiendo los artículos de don Antonio Moya y, cuando habla de que el jefe dice que proselitismo y apostolado son y siempre han sido sinónimos, es para tirarse por el suelo, me reía yo sola mientras lo leía. Bien claro nos decían lo de la tuerca y la contratuerca. Menudas pamplinas. Siempre me pareció fatal esa obsesión por llenar sillas.

Yo conocí el opus por una agregada que era amiga de mi madre, a la cual el opus nunca le gustó, pero mi madre se creía que la agregada me iba a convertir un poco y ya está. Cuando mi madre vio que me habían hecho del gremio lo llevó muy mal y entonces la agregada, que había sido amiga de mi madre durante varios años, dejó de tratarla, porque mi madre era crítica y no compensaba ese apostolado. Eso es amistad y lo demás son tonterías. Esto también fue motivo para que yo decidiera irme con el paso de los años, ver que a mi madre se le había dado de lado porque no convenía. Cuando dije que me iba, las directoras de mi centro y de la Delegación dijeron que tenía una vocación como un piano. Cogí las preces y una estampa que - no sé por qué motivo - se me había hecho llegar con un saludo de puño y letra del que ahora es beato y las rompí. Pensé que si me iba, me iba. Era como la respuesta por la desconsideración hacia mi madre. No les aburro más. Gracias.

Lila









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