Después de leer y conocer el caso que, tan claramente, expone sietefm denunciando lo vivido su hija dentro del Opus Dei y la deuda que de manera tan fea (por no utilizar otros términos) y poco transparente han obligado a contraer, siento el impulso de escribir y manifestarle mi apoyo porque estoy, como Iglesia que soy, horrorizada y escandalizada.
Hace poco descubrí esta web, gracias a alguien muy querido y de mi total confianza, y francamente aun sigo con los ojos abiertos con las historias de decepción y dolor que aquí se exponen. Me parece tan escandaloso todo lo que leo en esta página... ¿Cómo puede ser que dentro de la Iglesia se permita esto y se presente como buena una institución que va dejando cadáveres, sufrimiento, ruinas económicas, desequilibrios emocionales... en definitiva vidas rotas y abandonadas, simplemente porque descubren que esa no es su vocación?... Pero ¿a qué doble moral juegan? ¿Cómo se puede abusar (desde el poder), extorsionar (porque lo expuesto por sietefm es claramente, disfrazado de legal, una extorsión) manipular las conciencias, abandonar a las personas cuando deciden marchar, utilizar las personas cosificándolas (solo importa la vocación, no la persona), engañar presentándoles una falsa felicidad, convertir el seguimiento a Jesús en un conjunto de normas y ritos vacíos (cumplimiento = cumplo y miento), separar a las personas por su condición social o económica. Y paro ya porque la lista podría ser interminable.
Nunca he pertenecido, gracias a Dios, a la obra, pero conozco en mi entorno, muchas, muchísimas personas, numerarias, supernumerarias y sacerdotes que pertenecen a ella. Y siempre he pensado lo mismo, hay algo en el opus que no me gusta nada, que me huele mal, que me provoca rechazo. Cuando era muy jovencita sí hubo intentos, llamadas e insistencias para que fuera a retiros y charlas. A alguna asistí, pero me espantó tanto el ambiente, la mojigatería, el clasismo y la tontería que se respiraba que salía de allí sabiendo seguro que no volvería y que jamás me dejaría atrapar por la obra. Y eso que, por mi carácter y manera de ser, creo que era carne de cañón (por eso me llamaban, claro) pero en mi interior SIEMPRE vi algo oscuro y manipulador que me provocaba más rechazo que atracción. Dos de mis hermanas fueron a clubs de niñas, donde se hacían actividades de cocina y demás entretenimientos, supongo que esas casas son parte de la cantera donde aprovechan para ir echando el ojo a las posibles candidatas y poder ir como se dice coloquialmente "comiéndoles el coco" porque de allí también salía más de una numeraria. Gracias a Dios, ninguna de las dos sintió esa llamada.
A mi madre también la intentaron captar y sí recuerdo mi preocupación porque se hiciera supernumeraria, tanto es así, que escribí rápidamente a mi padre que se encontraba trabajando lejos de casa, para que la frenara y le abriera los ojos, gracias a Dios de nuevo, aquello quedó en un amago, sin pasar a mayores compromisos. Mi madre tuvo tiempo y luz para darse cuenta que el camino al que le intentaban arrastrar no era el más recomendable.
En el opus no hay libertad, todo está programado, todo está controlado, la conciencia te la manipulan, te la llenan de escrúpulos y de normas vacías de corazón y de alma, no piensas por ti misma sino que otros piensan por ti y deciden por ti. Un familiar cercano después de dejar muuuchos años de su vida como numerario al servicio del opus, tuvo que pedir dispensa y abandonarles para poder entrar en un seminario y ordenarse sacerdote que era la llamada que sentía en su interior. La obra decidió que esa no era su vocación. Y ahí sigue ejerciendo de párroco.
Podría contar más casos cercanos de vidas destrozadas o amargadas pero no quiero extenderme más. Entre lo que he visto, y lo que aquí he leído es más que suficiente para darles eternas gracias al Señor por haberme mostrado siempre con suficiente lucidez que este camino, disfrazado de Iglesia Católica, es el menos cristiano de los caminos. Digo con convencimiento que es una secta dentro de la Iglesia... ¡¡¡Muy fuerte!!!
Estimado sietefm, siga adelante, difundiendo y denunciando la injusticia cometida con su hija, sea valiente y sea la voz de los que, como ustedes, están sufriendo con dolor la manipulación y falta de transparencia de una obra que dicen que es de Dios y nada más lejos de Él y de su mensaje de amor y justicia. Aquí la caridad brilla por su ausencia. Ánimo! Adelante! ¡Dios nos bendiga y nos ayude a mantener esta ventana abierta para poder denunciar el engaño, la injusticia y la falsedad dentro de la Iglesia, que aun tiene más delito! Saludos a todos y gracias por permitir expresarme libremente.
Mina
