Con buen tono y afecto, a Ramón.- Mois
Fecha Friday, 10 August 2018
Tema 900. Sin clasificar


Desde mi atalaya de piedra picada (unos dos metros, a ojo de buen cubero) de mis ochenta y cuatro años, me da la impresión de que los evangelios (en general la Biblia) los ecribieron (con inspiración del Espíritu Santo, claro) escritores que tenían sus días buenos y sus días malos o qué sé yo. Ello hace decir a algunas personas que uno puede encontrar argumentos a favor de cualquier cosa y su contraria.

Esto viene a cuento de lo que dice el siempre inefable Ramón en su misiva del miércoles dirigida a TresDecadas. Yo pienso como tú, Ramón, que Dios no es un tiquismiquis, que Jesús enseñaba que había que hacer el bien sin regla de cálculo ni metro y sobre todo sin angustiarse; que Dios es el padre del hijo pródigo (cuantas veces se me han soltado las lágrimas, y no sé por qué, al leer la parábola, imaginado a ese padre mirando todos los días al horizonte, esperando). En fín una religión y piedad confiada, serena, alegre, haciendo fácil a los demás la vida, sin angustiarse y sin angustiar, queriéndonos nosotros y perdonándonos a nosotros mismos, (reconociéndonos débiles y no malvados) y queriendo y perdonando a los demás: en fin el Reino de Dios que yo creo Jesús predicaba.

Pero... Apaceren las parábolas de los talentos (ahí, Ramón, sí se pide intereses), lo de siervos inútiles somos pues no hacemos más que lo que debemos, el "lo que no hiciste a unos de estos pequeños", lo de cualquier palabra inútil que digas se te tendrá en cuenta... etc. etc. etc., y se me arruga un poco el sombrajo. ¿Qué quieres que te diga, Ramón?

No me mandes a que consulte con mi párroco, que es muy socorrido, y el pobre no sé si tiene mucho tiempo (dos curas, uno de ellos colombiano, recien ordenado, para 15.000 habitantes) y si a mis tantos años no he dado con la solución, no creo que a estas alturas la encuentre. Lo que me queda de vida (poco, como se puede comprobar por lo que me he comido de ella, ya) trato de vivir lo más sereno posible, tratando de no joder a nadie y si es posible haciéndoles la vida lo mejor posible a mis próximos, ocupando gran parte de mi tiempo en leer (bueno, hago muchas más cosas, aunque no lo creas) y confiando que allí, al atardecer de mi vida, en el horizonte esté Alguien esperándome con los brazos abiertos. Y si no, pues no. Tampoco me angustia. Me siento pagado con haber tratado de hacer el bien posible y haber vivido.

Un abrazo

Moisés







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