Y el capellán dijo: Un aplauso para la administración.- Pouis
Fecha Friday, 08 June 2018
Tema 010. Testimonios


Si, lo habéis leído bien, el capellán dijo “Un aplauso para la administración” y aplaudimos todo el comedor a quienes nos sirvieron la comida. Era el 2 de octubre a mediados de los 70 en el C.M. Belagua.

Vayamos por orden, me voy a presentar. Hace ya 40 años que dejé de ser numerario. Lo fui durante 4 años. Pité al cumplir 14 años y medio y me fui a vivir a un centro de la Obra sin haber cumplido los 16. Lo pasé muy bien (el tiempo cura todo y, afortunadamente, olvida lo malo). Soy muy feliz y raramente miro tan atrás en mi vida. Si me dejáis, os iré contando anécdotas de aquella ya lejana época, que por lo que voy leyendo, no ha cambiado tanto.

Si me he animado a escribir es para responder a preguntas como las que hace Hondo sobre “Sueños y pesadillas” y responde Arnust. Suelo dormir como un bebé (por lo de bien, no por los lloros) y raramente tengo pesadillas, pero es cierto que muy ocasionalmente tengo dos sueños “incómodos” (sin llegar a pesadillas). Uno de ellos es que he vuelto a fumar (fumaba dos paquetes y medio al día y hace ya 30 años que dejé el tabaco) y el otro mal sueño es que vuelvo a la Obra y estoy viviendo en una residencia. Afortunadamente soy feliz y me despierto al lado de mi mujer y de mi hijo ¡y sigo sin fumar!

No leía nada (ni a favor ni en contra) de la Obra desde que la dejé. Muy al principio leí a Alberto Moncada y a Jesús Ynfante, y el otro día descubrí Opuslibros y lo estoy pasando muy bien recordando viejos tiempos. Enhorabuena por el trabajo que hay detrás y por la ayuda y generosidad que ponéis para ayudar a los “EX”.

Empezaba contando el aplauso que dimos a las chicas de la administración el día 2 de octubre. Acababa de salir del curso de verano en Torre 2 (años antes de que lo hiciesen Centro de Estudios) y allí las comidas las hacíamos en el Comedor Universitario de la Universidad de Navarra. Era un autoservicio que no llevaba la administración, así que esa comida del día 2 de octubre era de las primeras que hacía en un centro con Numerarias auxiliares atendiéndonos. Antes de empezar el curso académico (y de que llegasen “los residentes de fuera”), a los numerarios de Torre 1 y de Torre 2 nos invitaron a comer a la Fase 2 de Belagua, donde sí había administración. Para muchos era algo totalmente nuevo. Sabíamos que no debíamos dirigirnos a las chicas que nos atendían. La sorpresa llegó al final, un sacerdote ya mayor, de los primeros de la Obra y que había sido consiliario en un cercano país, propuso dar un aplauso a las auxiliares para darles las gracias por tan buen servicio. Esa misma noche, de uno en uno, nuestro director nos fue informando de la corrección fraterna que se le había hecho al citado sacerdote. Allí aprendí dos cosas, la primera es que son mas importantes las Normas que la humanidad en la Obra y la segunda que, cuando estuviese en mi mano, daría las gracias y miraría a los ojos a quien me atendiese bien.

Como decía un amigo “Antes pierde el zorro el rabo que las costumbres” y la Obra sigue siendo un zorro.

Pouis









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