Mi experiencia como supernumerario.- Cesaragusto
Fecha Wednesday, 23 May 2018
Tema 078. Supernumerarios_as


Soy supernumerario, y acudo semanalmente a mi centro al circulo que lo da un agregado. En mi centro (ciudad pequeña costera) nos atienden sobre todo agregados (que vienen el Viernes y se van pitando el Sábado). Antes venía el director del centro de vez en cuando, un numerario joven muy majete, un poco estirado tal vez (de visita todos muy bien) y un cura numerario (ya sabeis). La cosa cambió algo cuando asignaron a un director numerario nuevo, este viene todos los fines de semana (escapando de su centro creo yo) tiene cincuenta y tantos pero aparenta fácil sesenta y muchos... vive en un centro de mayores de la obra y le noto muy muy machacado: manos temblonas, insomnio crónico (eso lo contó él).

Los agregados son mas sanotes (ojo que alguno es más Talibán que la leche), pero en términos generales se notan más normales, podrían haber sido excelentes maridos, padres y ahora abuelos... Se nota también que son de un nivel social y cultural un punto más bajo que los numerarios que conozco. Una vez le pregunté a uno que porqué se hizo agregado y no numerario, me contó con una enorme sinceridad que no lo sabía... "me lo ofrecieron primero" me dijo. Alguno de ellos, bien es cierto, un poco sabelotodo, una vez le tuve que parar los pies a uno cuando se empezó a meter en mi vida matrimonial más de lo que debía (mi mujer no es de la obra), y  es que eso es un vicio muy de la casa, no tener ni pajolera idea de vida matrimonial (por poner un ejemplo) y meterse a dar consejos al pobre marido. Si le haces caso adiós al matrimonio, garantizado.

Mi vida como supernumerario la llevo bien, reconozco que de cooperador iba más a mi bola y ahora pretenden (sin conseguirlo) mandarme más. En mi primera charla fraterna con el agregado, se me ocurrió decir lo que pensaba de la normas y lo que me recuerdan a lo que hacían los Fariseos, y casi me tira por la ventana, con lo que rápidamente deduje que era mejor pasar de puntillas sobre ciertos asuntos. Las normas las cumplo a veces sí y a veces no, y nunca todas, pero francamente no me crea la más mínima carga de conciencia, ya soy mayorcito y sé de sobra que no rezar una oración en latín, que ni si quiera entiendo, no es pecado. Al agregado de turno le digo en plan genérico que todo bien y listo... y con el cura me confieso de alguna chorradica y arreando. Por supuesto sigo confesándome de lo "importante" con el cura de mi parroquia de toda la vida que además de discreto y majo es más santo que todos los agregados y numerarios de mi centro juntos.

A estas alturas alguien puede decir ¿y para qué sigues en el Opus si haces lo que te da la gana?. No es hipocresia de verdad, es porque me gusta la doctrina, lo de santificar la vida (ya sea en el trabajo, ya sea tomando cañas), ser amable y cariñoso, ser ordenado... Me llena mucho, me gusta y ahí estaré... si no me echan antes, claro ;)

Por otra parte veo ciertos aires de cambio y ciertas actitudes que mueven al optimismo, como la carta sobre la libertad que escribió el Prelado hace unos meses o como ha sentado en la casa el famoso "Alegraos y Regocijaos" de nuestro querido Papa Francisco, por lo que algo me dice que el nuevo Prelado es muy consciente que las cosas deben cambiar. Saludos

Cesaragusto 









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