Viven en una mentira.- Lila
Fecha Monday, 14 May 2018
Tema 020. Irse de la Obra


Estimados lectores,

Fui agregada hace muchos años y nunca me he arrepentido de haberme ido. Me fui por varios motivos pero creo que el principal fue el trato que se nos daba a las agregadas. Nos entregábamos con toda nuestra alma y se nos trataba como si fuéramos de segunda división. Eso siempre lo vi clarísimo. Nunca me pareció caritativo el clasismo de las numerarias y en general cómo está diseñada la institución con respecto a las diferencias vocacionales.

Me he decidido a escribir porque quería comentar dos cosas importantes. He leído bastantes de los textos que se publican y me ha llamado la atención un texto de Flavia de julio de 2003. Dice que las vírgenes consagradas hacen votos privados. Quería decir que no es cierto. Yo soy virgen consagrada y tenemos una consagración pública. Somos consagradas por el obispo diocesano y se trata de una consagración seglar, perpetua y pública.

Quería comentar otra cosa, que tiene bastante que ver con el título de mi escrito. Está relacionada con la salida de la institución. Los compromisos de entrega que se hacen en la institución, ya sean temporales o definitivos, no tienen ninguna validez para la Iglesia. A los ojos de Dios, Él verá la entrega de las personas y la guardará en su Corazón, pero para la Iglesia no tienen ninguna relevancia ni consecuencia ni suponen "atadura" de ningún tipo ni desde un punto de vista litúrgico ni jurídico. No estoy hablando de las ordenaciones sacerdotales sino de las incorporaciones que hacen los laicos.

Las personas, cuando nos vamos de la institución, dado la dinámica de cómo se vive dentro, y dado que nadie sabe que los compromisos que se han hecho no valen para nada, nos sentimos en la necesidad de pedir una dispensa y de esperar a que te la concedan, pero la realidad es que puedes irte y da igual que te den la dispensa antes o después o que no te la dieran nunca, porque la realidad es que no tienes ningún compromiso que la Iglesia reconozca, eres libre de casarte - a no ser que estés casado/a ya, lógicamente - o de consagrarte - a no ser que estés casado/a - o de frecuentar un movimiento o de seguir soltero/a o de lo que quieras. Los laicos de la institución son tan laicos como cualquier laico y por tanto tan libres como cualquier laico. Pedir la dispensa es un paripé. Siempre me ha parecido alucinante que tantos miles de personas vivan en una mentira. Gracias.

Lila.









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