HISTORIAS DE TERROR Y DE DOLOR (VIII).- Salypimienta
Fecha Monday, 16 April 2018
Tema 010. Testimonios


HISTORIAS DE TERROR Y DE DOLOR (VIII)

 

El mundo es un pañuelo.

Hace unos días hice un viaje por motivos profesionales en la ciudad de Toronto en Canadá. En el vuelo de regreso me tocó de compañera de asiento una mujer como de mi edad vestida de monja. Al poco tiempo de despegar comenzamos a platicar. Ella inició la conversación preguntándome si era católica. La pregunta fue un tanto retórica ya que perfectamente vio cómo me santiguaba, besaba una imagen de la Virgen de Guadalupe y rezaba el Rosario antes y durante el despegue (no me dan miedo los aviones, pero por si las moscas yo cumplo con mis ritos, no me vaya a agarrar desprevenida la hora nona)…



Ella me contó que era misionera en Chiapas y que pertenecía a la congregación de las Hermanas Misioneras de Nuestra Señora de los Ángeles y de pronto así a quemarropa, sin que yo lo viera venir, me preguntó que si yo era del Opus Dei. Imagínate mi cara de estupefacción. Después de casi diez años de haber salido me venían a preguntar eso. No sé la expresión que vio ella en mi cara que inmediatamente me dijo, que había pensado que lo era por la cantidad de medallas que traía colgadas en el rosario.

Desde luego que la observación de hermana Marion (evidentemente el nombre no es real) me llamó mucho la atención, no cualquiera conoce esa costumbre de Casa de colgarle al rosario medallitas y abalorios. Yo, como tengo el mismo rosario desde hace más de 20 años y estoy acostumbrada a él, nunca se me ocurrió ni quitarle las medallas ni cambiar de rosario. Total, que me contó que ella conoció la Obra porque de joven, cuando sintió que Dios la llamaba a trabajar para Él, el sacerdote que la confesaba le habló sobre el Opus Dei. Se acercó a sus medios de formación e incluso fue a algunos retiros, pero que al poco tiempo se dio cuenta de que eso no era ni lo que buscaba ni lo que quería. Que ella aspiraba a llegar a su encuentro con Dios por medio de la caridad y que eso nunca lo encontró en el Opus Dei. Que lo que conoció de la Obra le dejó un pésimo sabor de boca porque le pareció que sólo buscaban cosas materiales.

Al parecer, Canadá no es el país que más vocaciones le da a la prelatura porque la idiosincrasia canadiense es muy especial en cuanto a las religiones se refiere. Ellos, los canadienses, son super respetuosos con la fe de las personas y sobre todo, respetan el hecho de que cada quien es libre de practicar su fe y de participar en su Iglesia como mejor le parezca. Está muy mal visto que los sacerdotes o los rabinos o los pastores pidan dinero en sus congregaciones ya que los canadienses acostumbran reservar parte de sus ingresos para ayudar a su Iglesia sin que nadie se los tenga que pedir o que recordar. Que además, las personas muy religiosas son las que hacen más obras de caridad invirtiendo en ellas su trabajo y su dinero. Que el Opus Dei, por lo mismo de que no está cerca de los necesitados, no es tan bien visto como en otros sitios. Lo que más les escandaliza, me dijo, es que sólo se mueven en círculos de personas con alto status, entonces se les ve como los ‘trepas’ y son señalados por la mayoría de los católicos casi como personas non gratas.

La Hermana Marion se sentía abrumada por la insistencia de las directoras en que ella tenía vocación de numeraria a tal grado que la llegaron a confundir y a hacerle pensar que eso era cierto hasta que un sacerdote amigo de la familia la invitó a visitar una reserva de primeros pobladores (aborígenes) canadienses y se dio cuenta de que lo que ella buscaba era ayudar a los más desfavorecidos y así se los hizo saber a las numerarias que seguían insistiendo en que ella tenía vocación de numeraria.

No creo para nada que Marion me haya contado mentiras en ningún momento, pero no entiendo cómo es que habiendo expresado ella –Marion- que sentía inclinaciones religiosas y misioneras, le hayan insistido tanto en pedir la admisión como numeraria. Se supone que justamente ese tipo de inclinaciones a la vida consagrada son un impedimento para pedir la admisión en el Opus Dei en cualquiera de sus figuras ¿no? Todavía me parecería menos extraño que hubiera pasado en esta época en la que ya hasta buscan a los ex miembros para proponerles ser cooperadores, pero Marion se acercó a la Obra a principios de los años 80’s.

¿Será que el Opus Dei actúa diferente en el mundo anglosajón?

Besos a todos

Salypimienta.

 

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