¿Dónde queda San Josemaría Escrivá?.- JaraySedal
Fecha Friday, 13 April 2018
Tema 115. Aspectos históricos


El olvido de Escrivá que señala Andre no por esperado deja de sorprender, dadas las buenas relaciones de que presumía la Obra con el actual Papa. Desde luego que debe ser duro que una Exhortación Papal que lleva por título “Sobre el llamado a la santidad en el mundo actual”, no haga mención alguna a un movimiento que intitula su propia página web “encontrar a Dios en la vida ordinaria”.

Es curioso que en una Exhortación Apostólica del Sumo Pontífice que gira sobre la santificación de la vida ordinaria no se haga ya no acopio ni siquiera mención alguna de las aportaciones de San Josemaría, cuando Juan Pablo II en su beatificación dijo aquello de que “con sobrenatural intuición, el Beato Josemaría predicó incansablemente la llamada universal a la santidad y al apostolado. Cristo convoca a todos a santificarse en la realidad de la vida cotidiana; por ello, el trabajo es también medio de santificación personal y de apostolado cuando se vive en unión con Jesucristo, pues el Hijo de Dios, al encarnarse, se ha unido en cierto modo a toda la realidad del hombre y a toda la creación…”.

Sin embargo, en su obra fundamental y primigenia, en su vademecum para la santidad, en Camino de 1934 un sexenio posterior a la inspiración divina del Opus no se encuentran apenas menciones de ese elemento de la santificación de la vida ordinaria, y en particular del trabajo. Parece que es un carisma tardío, de los años 60, la llamada a la santificación del trabajo o de la vida ordinaria, pero nunca expuesto en forma argumentativa y por extenso. ¿En qué consiste la “santificación del trabajo” en la obra escrita de Escrivá?. Su referencia expresa en Camino es el punto 359 que expresa el “método” para santificar el trabajo: “pon un motivo sobrenatural a tu ordinaria labor profesional, y habrás santificado el trabajo”. Esto es, el trabajo no se santifica por sí mismo, sino a través de una razón exógena al propio trabajo. La santificación del trabajo estriba simplemente en tener presente alguna costumbre (el crucifijo en el estudio) o practicar alguna norma de piedad dentro del tiempo de trabajo, dedicarlo a alguna intención piadosa o ser el medio para la práctica del apostolado (el proselitismo). Todas ellas causas externas al propio trabajo.

La santificación del trabajo en la doctrina de San Josemaría no atiende al contenido del propio trabajo, cómo hacer el trabajo para hacerlo santo, y en particular el cumplimiento de las normas laborales y tributarias, la ética profesional en el trabajo (lo que enseña Escrivá es a ser “pillos”, muchas veces en contra de cualquier ética profesional), la deontología particular de la propia actividad, la honradez, las virtudes humanas en el trabajo, etc. Es cierto, que en obras o reconstrucciones posteriores, alguna póstuma (“Es Cristo que pasa”, “Amigos de Dios”) se hace mención de materias como el gusto por el trabajo bien hecho, etc. Pero sigue sin haber una elaboración doctrinal consistente. En definitiva la doctrina escrivariana de la “santificación en el trabajo, del trabajo o a través del trabajo ordinario” es la más pura inanidad, pues trata de todo menos del propio trabajo.

Aunque los glosadores y exegétas de monseñor se han esforzado en completar su “visión” no han conseguido dotarla de un contenido concreto, ni dimana de sus enseñanza. Siendo esto así, es lógico que Francisco no cite a Escrivá cuando trata de la llamada a la santidad en el mundo actual, puesto que no hay enseñanza útil alguna que se pueda extraer de sus escritos, no hay concreción, fuera del mero enunciado

Que el Santo Padre, a quien tan unido se encuentra la Obra, no considere digna de citarse ninguna aportación de Escrivá cuando nombra, por ejemplo, a quien fue beatificada con él, o (no creo que intencionadamente) a Von Balthassar, gran teólogo y crítico del integrismo del Opus Dei, incluso a Zubiri, todo ello debe mover a reflexión a los amigos de la Obra.

Quizás sea también simbólica la fecha de la Exhortación, 19 de marzo, fecha en que los amigos del Opus renuevan sus compromisos.

Y si bien no cita a Escrivá o su Obra, entre líneas pueden encontrarse sonoras alusiones a la misma. Y no sólo en los puntos 57 a 62 de la exhortación que señala Neo.

¿En qué lugar histórico queda San Josemaría Escrivá de Balaguer después de esta exhortación papal?

Con mucho mayor conocimiento de causa, colaboradores de esta web desgranarán este tema.

JaraySedal









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