HISTORIAS DE TERROR Y DE DOLOR (IV)

Muchas gracias a quienes han depositado su confianza en mí para contar sus historias. Espero no defraudarles.

LORENZO

Fui numerario desde los 14 años y cuatro meses. Salí hace seis años después de haber pertenecido 30 años. Salí por que no pude más soportar esa esclavitud del alma a la que estaba sometido…

El día que me fui, el director del centro donde vivía me dijo que me fuera nada más con lo puesto porque todo cuanto llevaba le pertenecía a la Obra. Soy un tipo grande y corpulento y él es un alfeñique. Le dije que me llevaría todo porque me pertenecía a mí y que tratara de impedirlo. Fui tan amenazante que me dejó salir sin ningún problema.

A los 50 años he tenido que regresar a la casa materna y poner con ayuda de mi madre y mis hermanos un pequeño negocio que me permite subsistir, pero que no tiene nada que ver con mi profesión, que siempre tuve que dejar a un lado por los encargos de la prelatura.

He tenido algunas novias, pero no encuentro a la mujer ideal para animarme a casarme. Creo que es el miedo a volver a perder mi libertad.

Lo peor de todo es que me siento un fracasado. No tengo ni casa propia, ni prestigio profesional ni una buena mujer a mi lado que me comprenda y que me quiera, y que me enseñe con paciencia a quererla y a ser digno de ella.

El Opus Dei acaba con la vida de cuantos pasamos por allí. Salimos hechos una piltrafa.

¿Hasta cuándo se darán cuenta las autoridades de que eso es una obra del diablo que sólo destroza a las almas que entran a ella con la ilusión de servir a Dios?

Yo sólo pienso, ¿qué haré cuando muera mi madre? Solo, sin hijos, sin esposa. Porque mis hermanos me quieren mucho y me llevo bien con todos, pero ellos tienen su vida y sus familias. Tampoco me animo a tener un hijo. A la edad que tengo, ya debería estar cuidando a mis nietos, sería injusto traer a un hijo al mundo para que le tocara un papá viejo. Aunque no me siento viejo y me veo bien, la edad es la edad. Sería injusto para los hijos tener un padre muy mayor.

Me da mucho miedo que me rompan el corazón de nuevo y creo que soy muy mala pareja. A las novias que he tenido les he roto el corazón porque las he dejado aparentemente sin que me importara, pero no es cierto. Es que me he tenido que hacer el valiente para que no me duela más. Lo que pasa es que no he encontrado a la mujer que me llene en todos los sentidos.

Salí de la Obra a los 45 años después un poco más de 30 años.

Un testimonio desgarrador sin duda.

Besos

Salypimienta salypimientalaencomendada@hotmail.com 

<<Anterior>> - <<Siguiente>>

Ir al principio de la serie