Hola Lupe y todos,

Antes que nada ¡Feliz Pascua de Resurrección! Que la Vida de Jesús se desparrame en las vuestras con la generosidad de quien lo dio todo, hasta la última gota de su sangre por sus amigos. Que seáis felices, como merecéis.

Mira Lupe, no tienes que darme las gracias por nada. Opuslibros es una pequeña gran comunidad en la que se ayuda como se puede. Hacía meses que no participaba, pero tu historia me movió a volver al teclado…

Hace falta valentía para desnudarse vitalmente como has hecho. En España decimos que México es tierra de hombres valientes y mujeres hermosas, pero ¡¡¡seguro que eres aún más valiente que muchos mexicanos!!! No es fácil mirarse a una misma cuando se está cerca de los 40 y dar un vuelco a la vida, aunque sea para mejor. En todo caso, si quieres dar gracias a alguien, dáselas a Agustina, la Kaleshi de todo esto, y si se me permite decirlo, coopera con el sostenimiento económico de Opuslibros.

A lo que iba: la iglesia católica tiene un gravísimo problema. No se trata de que el mundo se vuelva irreligioso, eso es inevitable, porque desde la Ilustración dios (con minúscula, el mandón y milagrero) ya no nos hace falta. La gente vive, disfruta de la vida como puede y se muere y punto. Y no ve o asiste impasible el sufrimiento de los demás. El gran problema es que la fe en Dios, el de verdad, el Padre/Madre bueno, no se trasmite. A nadie le importa y no somos capaces de hacer ver que ser como Jesús, ser de los suyos, merece la pena. Que salir del camino, como el Buen Samaritano, nos humaniza más que pisar el acelerador. Pues no, no sabemos contagiarlo.

Una forma de responder a esto es lo que hace el Opus (y mucha jerarquía): volver a lo de siempre, que da seguridad, a la tradición, al rezo del rosario a macha martillo, y ya está. El problema, como tú misma ves, es que eso no funciona en cuanto la gente se sale un poco del contexto social opresivo, del ambiente familiar/ social/ laboral/ económico que fomenta todo eso. Nuestros hijos no pasan por el aro, incluso así. Hoy día no es de recibo que el pregón de Viernes Santo incluya condenas explicitas al feminismo o a los homosexuales, que pueden ser compañeros de clase y que gracias a Dios y a las leyes progresistas, pueden vivir su sexualidad como quieran. Es miope, y sobre todo, falto de caridad. Jesús no haría eso, la gente lo sabe y "cruza de acera". ¿Qué ha resultado? Pues que en el País Vasco, reducto tradicional de fe acrisolada, los ateos doblan ya a los creyentes. Ahí se ha quedado la iniciativa de JPII de "re evangelizar Europa". Y encima, con dos obispos homófobos y carcas. Suma y sigue. 

Y luego está, como dice Class (03/04/18) la "teología del cuerpo", con la que la iglesia se metió un auto gol por la escuadra. Pablo VI la hizo buena con su encíclica sobre la reproducción humana. Y mira que la píldora la descubrió un católico practicante, para facilitar la vida sexual de tanta buena gente, harta de tener hijos. Pues no, no puede ser. La iglesia le tiene que decir a la gente los hijos que debe tener. Claro, luego vino JPII y lo empeoró dando el control de la casa a los integristas tipo Opus, Legionarios y Kikos. ¿Qué sucedió? Pues que la gente hizo caso omiso al Papa, y vio que no pasaba nada. O incluso era más feliz. O que se dio cuenta que el "magisterio" de la Iglesia no servía para la vida moderna. O que se hartó, de una vez por todas de que todo fueran imposiciones absurdas, sin contrapartidas. Pero claro, un papa no puede desdecir a otro sin que sus encíclicas sean criticables. ¡Ser falible! ¡Reconocer que la Iglesia, como humana que es, mete la pata hasta el zancarrón! Imposible. 

En tu caso, has visto cómo seguir ciegamente una pauta moral, sin fundamento evangélico, casi arruina tu matrimonio, tus vida y la de tus hijos. ¿Crees que todo eso ha ayudado a tu marido o a tus hijos a ser más cristianos? Creo que no, en todo caso ha generado rechazo. Mi madre tenía alumnas hijas de madres del Opus. Me contaba que veía a las chavalas desorientadas, porque la madre nunca estaba en casa, que estaba en "meditaciones", y el padre santificándose en el trabajo. Hay muchos casos así.

En fin, me alegro de que en tu proceso de sanación no hayas dejado tu fe en Dios, y que te queden ganas de pisar una iglesia. De leer una encíclica. Cómo somos: leemos más encíclicas que el propio Evangelio. Y mira que este Papa escribe sencillo y bien. Finalmente, sólo puedo recomendarte, por si tienes tiempo y ganas, que aparte del Evangelio, leas algún libro: "Qué se sabe de Jesús de Nazaret" Ed. Verbo Divino (Carmen Bernabé y Carlos Gil),  "Otro mundo es posible... Desde Jesús" Ed. Sal Terrae (Jose I. Gonzalez Faus) y "El regreso del Hijo Pródigo" Ed. PPC (Henry Nowen). Seguro que cualquiera de ellos te hace preguntas que hasta ahora no te hacías y te ayuda a crecer como cristiana, madre, esposa y persona. Pero nada como practicar la caridad como Jesús: de tú a tú, sin superioridades y sin perdonar la vida a los demás.

No puedo más que desearte, a ti y a todos, una Feliz Pascua de Resurrección.

Ramón